MADRID 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Pleno del Congreso de los Diputados derogó hoy contra todo pronóstico el decreto ley de 20 de enero por el que se subieron los impuestos de las labores del tabaco, al perder el PSOE la votación sobre la convalidación de la norma debido a errores de sus diputados. El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, que había defendido la norma en la Cámara Baja, declinó comentar los efectos del suceso.
Este decreto sobre la fiscalidad del tabaco aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 20 de enero, elevaba en un punto, hasta el 55,95%, la parte del tributo conocida como 'ad valorem', que se unía a un incremento del impuesto específico hasta 6,20 euros por cada 1.000 cigarrillos, lo que significaba dos euros más.
Según explicaron a Europa Press fuentes parlamentarias, el error de los diputados socialistas se produjo por una equivocación de la secretaria general adjunta del Grupo Socialista, Carmen Sánchez, encargada de indicar a sus diputados el sentido del voto.
Al confundir la votación del decreto ley con la de las enmiendas del Estatuto valenciano, Sánchez marcó un voto negativo en lugar de afirmativo, lo que llevó a error a 30 de sus compañeros, entre ellos, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, y la vicepresidenta primera de la Cámara, Carme Cachón.
Esto provocó que el PP, único grupo que se oponía a convalidar el decreto, ganara la votación por 162 frente a 159 votos. Con este resultado, el decreto ley, vigente desde el pasado 21 de enero, quedó automáticamente derogado.
Por su parte, el secretario general del grupo socialista, Diego López Garrido, apuntó a la posibilidad de que el Gobierno apruebe mañana otra vez este decreto "o algo muy parecido" en el Consejo de Ministros. En este supuesto, "se podrá decir que este decreto ley habrá estado en 'no vigor' 24 horas", dijo.
López Garrido explicó además que este error en la votación no supone "ningún problema" en términos de retroactividad, porque los decretos leyes entran en vigor desde que se aprueban, "y surten todos sus efectos". Según indicó, las consecuencias del error de hoy en el Parlamento "se reducen a 24 horas".
Antes de la fallida votación, el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, advirtió de que el Ejecutivo estudia otra subida de impuestos al tabaco para avanzar en la lucha contra el tabaquismo ante la guerra de bajos precios que libran las multinacionales tabaqueras. "Es conveniente que los precios de las labores de tabaco se eleven", dijo.
Según fuentes del PP consultadas por Europa Press, el Gobierno podría "aprovechar" este incidente e incorporar una nueva subida fiscal a la ya aplicada en la norma que el Consejo de Ministros aprobará mañana, previsiblemente.
El vicepresidente segundo afirmó en la Cámara Baja que "mientras los precios de venta no se sitúen en un nivel adecuado con los objetivos indicados, el Gobierno no descarta continuar utilizando los instrumentos a su disposición para lograr unos precios del tabaco que desincentiven el consumo".
Solbes reconoció que el último aumento tributario aplicado al tabaco para atajar la proliferación de las marcas baratas de cigarrillos "no ha logrado los efectos sanitarios deseados" y demuestra el amplio margen de que disponen las tabaqueras, que han optado por recortar los precios de sus marcas en vez de repercutir el alza.
Todos los grupos políticos presentes en el Pleno, excepto el PP, apoyaban la convalidación del decreto ley, pero lamentaban que no hubiera reforzado los objetivos de la Ley Antitabaco, por lo que algunos apostaron por más medidas para afrontar "el pulso" de las tabaqueras.
Solbes, acompañado en el Pleno por la ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, reconoció que las grandes compañías no solo no han trasladado el aumento impositivo, sino que han bajado "significativamente" los precios de sus marcas, lo que demuestra que disponen de márgenes "suficientemente amplios" para absorber las alzas tributarias aplicadas.
En su defensa de la norma, Solbes argumentó que el Gobierno no puede fijar el precio del tabaco porque corresponde exclusivamente a las compañías, pero sí puede incidir en la fiscalidad para disuadir el consumo y afrontar mejor los gastos sanitarios de las comunidades autónomas derivados del tabaquismo, gracias al aumento recaudatorio.
A su parecer, "la medida fiscal es correcta, pero demuestra que el margen de las empresas sigue siendo muy alto". Tanto Philip Morris, como Altadis, British American Tobacco (BAT) y Japan Tobacco International (JTI) han optado por bajar los precios de sus principales marcas de cigarrillos en vez de subirlos. "Tomaremos decisiones", advirtió el titular de Hacienda.