MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, resaltó hoy que las subidas de impuestos al tabaco son "la única vía" del Gobierno para actuar sobre los precios de los cigarrillos y luchar contra las marcas baratas con el fin de disuadir el consumo y avanzar en los objetivos de la política sanitaria.
En su comparecencia en el Pleno del Congreso para defender el último decreto ley de alza tributaria sobre el tabaco, Solbes subrayó que la fiscalidad tenía originariamente una finalidad recaudatoria, pero ahora se perfila como "un nuevo instrumento para prevenir y combatir el tabaquismo".
El titular de Economía y Hacienda recordó que este tercero endurecimiento fiscal al tabaco en lo que va de año pretende alcanzar los objetivos que no lograron los dos anteriores, ya que las tabaqueras pueden optar por trasladar las subidas de impuestos a los precios de sus marcas o absorberlas a costa de sus márgenes.
Solbes recabó el apoyo de la Cámara Baja al decreto ley por tratarse de una medida "muy importante para la política sanitaria", ya que todavía existe una fracción "significativa" del mercado de cigarrillos, cuyos precios se encuentran por debajo de los niveles "deseables" desde la perspectiva sanitaria.
Todos los grupos parlamentarios presentes en el hemiciclo (PP, PSOE, ERC, IU, PNV y BNG) expresaron su apoyo a la iniciativa, aunque el diputado del PP Francisco Utrera criticó al Gobierno por no haberla aplicado antes y "haberse equivocado" en sus medidas de fiscalidad del tabaco "durante meses".
"El Gobierno finalmente viene a nuestros argumentos", aseveró el parlamentario 'popular' para expresar su apoyo a la tercera subida fiscal del tabaco, si bien recriminó a Solbes que "se hayan perdido siete meses de política sanitaria" hasta aplicar una medida tributaria eficaz para combatir el hábito de fumar.
Este decreto ley que eleva de 55 a 70 euros por cada mil cigarrillos el nivel mínimo de los impuestos especiales sobre el tabaco, actúa sobre las marcas baratas con un precio inferior a 2,17 euros, que costarán un 8,2% más si las empresas optan por trasladar la subida íntegramente a sus precios.
SUBIDAS EN CADENA.
La norma, en vigor desde el pasado 11 de noviembre, ha provocado una reacción en cadena de las tabaqueras que, lideradas por Altadis, han optado por subir el precio de sus cigarrillos de segmento medio-bajo entre 10 y 20 céntimos de euro. Así, Philip Morris, British American Tobacco (BAT) y Gallaher, siguieron recientemente la estrategia comercial emprendida por la empresa hispano gala.
A pesar de la subida, España es uno de los países de la UE con el impuesto mínimo más bajo, frente a Dinamarca y Francia, en los que se sitúa en 163 y 128 euros por cada mil cigarrillos, respectivamente. Con un impuesto inferior al de España, se encuentran Grecia y Hungría, donde el tributo es 52 y 50 euros, en cada caso.
