Actualizado 26/01/2006 16:40

RSC.- El 46% de las mujeres que trabajan en Argentina tienen una inserción laboral "precaria", según un estudio


MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -

La situación laboral del 46% de las mujeres que trabajaron en los últimos tres años en Argentina tienen una inserción laboral "precaria" o "muy precaria", y pese a que el número de hombres y mujeres en edad de trabajar es similar, sólo el 57% de ellas forma parte del mercado de trabajo. Entre los hombres, esta participación llega al 87%.

Según se desprende de una investigación sobre los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) realizada por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), las mujeres que trabajan como asalariadas ganan en el país un 35% menos que los hombres, con igual nivel de educación. De las mujeres que consiguieron un trabajo, el 46% recibe parte de su salario "en negro", o de forma precaria, o sin sueldo reconocido, mientras que entre los hombres esta proporción apenas llega al 36%.

De entre las mujeres que desean participar en el mercado laboral, el 14% no consigue empleo, mientras que entre los hombres la desocupación involuntaria es tan sólo del 10%.

Son muchos los factores que explican las diferencias de género que se dan en el mercado laboral, sin embargo, uno de los aspectos relevantes a tener en cuenta son las diferencias de responsabilidades entre los hombres y las mujeres.

En el entorno familiar, las obligaciones emergentes del cuidado del hogar y la manutención económica "no siempre están equilibradamente repartidas" y prevalece todavía --aunque con matices-- la idea de que el hombre es el responsable de la esfera económica y la mujer de la esfera doméstica.

Esta situación se explica debido a que la incorporación de la mujer al mercado de trabajo es una tendencia que se da a mayor ritmo que el cambio cultural que tiende a equilibrar los roles del hombre y la mujer dentro del hogar. Si bien se observa un mayor implicación de los hombres, las mujeres "están lejos de poder desentenderse de los cuidados de la familia", apunta la investigación.

Esto implica que las mujeres necesitan mayor flexibilidad en el horario y las condiciones de trabajo. Necesitan facilidades para trabajar a tiempo parcial, organizar las horas de trabajo en consonancia con el trabajo doméstico, y acceder a la protección de la seguridad social en aquellos aspectos que mayor impacto tienen en el coste laboral, como son los permisos por maternidad o por el cuidado de hijos enfermos.

"Si la legislación laboral asume que estas diferencias no existen y establece, en un afán protectivo, reglas de juego muy rígidas y estrictas, el incentivo para los empresarios es preferir a los que tienen mayor disponibilidad de tiempo para el trabajo fuera del hogar", asegura el estudio.

"Si el diseño de la seguridad social no contempla los permisos por enfermedad del trabajador o de los hijos, y se coloca estos costes en cabeza para los empresarios, su actitud va a ser claramente la de discriminar en contra de las personas que asumen las responsabilidades en el cuidado del hogar", advierte, y la legislación laboral y de la seguridad social en Argentina "tiene precisamente estos problemas".

Así, alerta el estudio, el esquema que emerge de la actual legislación en el país tiene "serias deficiencias de diseño". Hay aspectos que están sobreprotegidos y otros totalmente desprotegidos por 'vacíos legales'. Hay regulaciones que aspiran a proteger a los trabajadores pero que fallan por su excesiva rigidez.

Estas deficiencias, que vienen de largo y "no tienen perspectivas de cambio", son las que atentan contra la generación de empleo de calidad para los segmentos menos favorecidos del mercado laboral, "que son las mujeres, los jóvenes y los adultos mayores en la última etapa de su vida laboral", concluye el estudio recogio esta semana por la prensa argentina.