RSC.-Bruselas presenta un plan para ahorrar un 20% de energía que evitará la emisión de 780 millones de toneladas de CO2

Actualizado: viernes, 20 octubre 2006 14:05

La CE quiere usar la política fiscal para incentivar el ahorro


BRUSELAS, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea acaba de presentar un Plan de Acción sobre Eficiencia Energética que contempla más de 75 medidas destinadas a ahorrar un 20% de energía de aquí a 2020, y gracias a las cuales se evitará la emisión de cerca de 780 millones de toneladas de CO2 si cambian las pautas de consumo de la población.

El responsable de Energía del Ejecutivo comunitario, el letón Andris Piebalgs, presentó en rueda de prensa la iniciativa y destacó que los europeos podrían ahorrar hasta 100.000 millones de euros al año. "A veces no hay incentivos suficientes para potenciar el ahorro energético", se quejó el comisario, que mencionó entre los sectores con una alta capacidad para rebajar el consumo el transporte o la construcción.

Según los datos de que dispone Bruselas, los edificios destinados a actividades comerciales, los hogares, el transporte y la industria manufacturera, son, con un porcentaje del 30, 27, 26 y 25%, respectivamente, los sectores con un mayor potencial de ahorro.

Iniciativas para hacer que los electrodomésticos, los edificios, el transporte y la generación de energía resulten más eficientes desde el punto de vista energético o el pacto al que ha llegado la Comisión con alcaldes de una treintena de ciudades europeas, son algunas de las medidas que figuran en el documento.

La idea de la Comisión es poner en práctica el Plan durante los próximos seis años para dar respuesta al urgente llamamiento lanzado por los Jefes de Estado y de Gobierno en el Consejo Europeo de la pasada primavera a favor de una estrategia realista en materia de eficiencia energética. A principios de 2007 se presentará también un 'Libro Verde' sobre fiscalidad en que se pretenden incluir las propuestas destinadas al ahorro en el sector energético.

Piebalgs dejó claro que se trata de usar la política fiscal para aumentar la eficiencia energética y no para "imponer una política fiscal uniforme por la puerta trasera". En todo caso, no dio detalles sobre el contenido del paquete fiscal que se propondrá y que está también en manos del responsable de Fiscalidad del Ejecutivo comunitario, Laszlo Kovacs.

"Sabemos que la política fiscal tiene un papel determinante", explicó Piebalgs, que recordó que tras el uso, por ejemplo, del diésel, hay motivos fiscales. "Lo que pido es que se vea cómo usar los instrumentos fiscales para incentivar medidas de eficiencia energética, pero no se trata de unificar la fiscalidad europea", subrayó el comisario que dijo ver con buenos ojos la iniciativa italiana de gravar los coches de lujo. "Es una buena idea y el buen camino. Castigar a los que contaminan e incentivar a los que no contaminan", dijo.

NEVERAS Y AIRE ACONDICIONADO

Mientras, el Plan hace hincapié en la importancia de establecer unas normas mínimas de eficiencia energética para una amplia serie de aparatos y equipos, desde electrodomésticos como frigoríficos o aparatos de aire acondicionado hasta bombas y ventiladores industriales, así como para los edificios y los servicios energéticos.

Conjuntamente con las clasificaciones según rendimiento y los sistemas de etiquetado, Bruselas ve en las normas mínimas de eficiencia un poderoso instrumento para eliminar del mercado los productos que consumen demasiada energía, informar a los consumidores acerca de los productos más eficientes y hacer el mercado más eficiente desde el punto de vista energético.

También se plantean requisitos mínimos para los edificios nuevos y reformados y se potenciarán los edificios de consumo energético muy bajo, o 'viviendas pasivas'.

Además, contempla actuaciones en el ámbito del transporte para economizar energía garantizando la eficiencia en el consumo de combustible de los vehículos, desarrollando mercados para coches menos contaminantes, comprobando que la presión de los neumáticos es la adecuada y mejorando la eficiencia de los sistemas de transportes urbanos, ferroviarios, marítimos y aéreos.

Reconoce además la importancia de cambiar el comportamiento respecto a los modos de transporte y reclama señales adecuadas y previsibles en materia de precios, esenciales para la mejora de la eficiencia energética y para el rendimiento económico general.

En el documento de Bruselas hay asimismo iniciativas para sensibilizar a la población a través de la educación y la formación. Por último, pone de relieve la necesidad urgente de abordar los problemas de eficiencia energética a escala mundial, por medio de asociaciones internacionales.