Actualizado 08/01/2007 13:41

RSC.- Cada español trabajó en 2006 casi 1.800 horas, por encima de sus vecinos europeos, con una media de 1.640 horas

Ignacio Buqueras señala: "somos esclavos del tiempo", pero además, lo desaprovechamos". Los coreanos, con 2.392 horas, los que más trabajan


MADRID, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -

Bajo el título 'Gestión del tiempo: El reto de la conciliación entre la vida personal y la profesional', la publicación on line de caracter bimensual 'Universia Knowledge' de la Wharton School (Universidad de Pensilvania) publica un estudio que indica que los españoles trabajaron en 2006 un total de 1.798 horas, por encima de la mayoría de sus vecinos europeos que, de media, sólo dedicaron 1.644 horas anuales a su empresa.

"Cada vez se habla más de racionalizar los horarios y conciliar la vida laboral y familiar, pero lo cierto es que en los últimos cincuenta años, el número de horas que la gente trabaja "ha ido descendiendo poco a poco", pero hay países donde se vive mejor que en otros y las diferencias "son evidentes".

Mientras que los coreanos son de los más trabajadores del mundo, los holandeses son de los que menos horas dedican a la empresa. En España se trabaja por encima de la media europea, aunque por debajo de Latinoamérica, indica el estudio.

POR PAÍSES

Por países, México es el país del continente americano donde más horas al año se trabaja, un total de 2.110. En general, en América Latina se pasa más tiempo en el puesto de trabajo --1.952 horas de media al año-- que en Estados Unidos --con 1.819 horas anuales--. En España, el número de horas es menor, se dedican 1.798 horas a la empresa, pero la jornada laboral es más larga que en Estados Unidos, ya que los españoles tienen más vacaciones y días festivos.

En Chile, esta cifra asciende hasta las 1.974 horas anuales, y le sigue en el ranking latinoamericano Colombia (1.956), Venezuela (1.931), Argentina (1.903) y Brasil (1.841).

Con estas 1.798 horas España está muy lejos de países que, como Holanda, dedican 1.355 horas anuales a la vida laboral. La evolución española ha sido lenta. En los últimos cincuenta años, la jornada de trabajo se ha reducido un 12%, mientras que en Holanda esta diferencia es de un 34%.

En la última década, la tendencia decreciente en España ha sido casi nula, ya que sólo se ha reducido un 0,6%, según datos del centro holandés Groningen Centre for Growth. En Brasil, por ejemplo, el número de horas trabajadas ha descendido en los últimas cuatro décadas un 13%, muy por encima de otros países vecinos, como Chile, que apenas ha reducido en un 2,8% este indicador.

El caso de Corea del Sur es completamente opuesto, ya que su población, lejos de acortar su jornada laboral, la ha incrementado un 8% en los últimos cincuenta años, hasta 2.392 horas. De hecho, los coreanos fueron los más trabajadores del mundo en 2006. Por encima de la 'frontera psicológica' de las 2.000 horas todavía hay muchos países en pleno siglo XXI, como Estonia, Letonia, Lituania, Bangladesh, Hong Kong, Malasia, Singapur, Taiwán, Tailandia o México.

NO POR MUCHO TRABAJAR...

Al comparar la productividad de un empleado con las horas que éste dedica a la empresa, se llega a la conclusión de que "no existe correlación" entre ambas variables, según asegura la profesora Gayle Allard, del Instituto de Empresa en Madrid. "No eres más competitivo por trabajar más", añade esta experta. De hecho, en España, el tiempo que se desaprovecha en el trabajo equivale al 8,1% del PIB, mientras que en Estados Unidos es del 7,6%. "No se trata de trabajar más, sino de hacerlo mejor", concluye.

Según Ignacio Buqueras, autor de 'Tiempo al Tiempo', sobre conciliación laboral y racionalización de los horarios, "estamos esclavizados por el tiempo" pero, además, "lo malgastamos". España es el país europeo en el que más reuniones se celebran, asegura Buqueras.

En su opinión, el sector empresarial "está preocupado porque cree que racionalizar los horarios es acortar la jornada laboral". Sin embargo, su tesis defiende la idea de aprovechar el tiempo de forma "más eficaz", ya que "no es lo mismo estar trabajando que estar en el trabajo", explica. De hecho, los españoles son los europeos que menos rinden en la empresa, sólo por delante de Grecia y Portugal.

Por su parte, la profesora del IESE Nuria Chinchilla, miembro de la Comisión pública para la Racionalización de los Horarios en España, comenta que "los horarios oficiales muchas veces son correctos, pero los reales en ocasiones son reflejo de una dirección de equipos deficiente que, en algunos casos, atenta contra la salud de la empresa y del trabajador, y que le impide tener una vida equilibrada".

"La escasez de tiempo personal y familiar nos hace, además de personas estresadas e insatisfechas, seres esclavos y a la vez avaros de tiempo", explica. Esto ha llegado a generalizarse de tal manera que en las entrevistas de selección, el candidato "pregunta sobre el horario, criterio de decisión que valora igual que el aprendizaje que le va a suponer trabajar en esa empresa o el sueldo", añade.

En opinión de Esther Sánchez Torres, de la Escuela de Negocios ESADE, una mala distribución de la jornada laboral provoca "absentismo, incrementa los riesgos psicosociales, afecta la implicación del trabajador y provoca la pérdida de todos aquellos componentes salariales que priman la flexibilidad, la dedicación temporal y la implicación en la empresa".

Para Chinchilla "está claro" que las largas jornadas "queman" y desmotivan a largo plazo. En este sentido, su opinión es la misma que la de Gayle Allard y señala que, "trabajando más horas que el resto de europeos", los españoles tienen una de las productividades más bajas, la tercera por la cola.

Además, "habría que comprobar también qué porcentaje de gasto farmacéutico en ansiolíticos y medicamentos contra enfermedades consiguientes a la somatización del estrés puede ir asociado a esta cuestión", puntualiza la profesora del IESE.

La 'asignatura pendiente' es apoyar, no sólo con gestos, a las empresas que están facilitando la conciliación de la vida familiar, laboral y personal de sus empleados o tienen la intención de hacerlo, señala Chinchilla.

En este sentido, propone algún tipo de ventajas fiscales o puntos añadidos en los concursos públicos. Para la experta de ESADE, "cualquier medida que universalice la conciliación, la reconozca en términos asexuados, integre los diferentes derechos que se ven afectados y coordine correctamente la dimensión asistencial, laboral y de Seguridad Social, merece una valoración positiva".