RSC.-Ecologistas piden al Gobierno que replantee la seguridad de las centrales nucleares tras el seísmo de Pedro Muñoz

Actualizado: martes, 14 agosto 2007 16:45


MADRID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -

Greenpeace, WWF/Adena y Ecologistas en Acción manifestaron hoy su preocupación por el impacto que la nueva sismicidad que empieza a apreciarse en la Península Ibérica puede tener en la seguridad de las centrales nucleares españolas, tras el terromoto de 5,1 grados de magnitud localizado el pasado domingo en Pedro Muñoz (Ciudad Real), y pedirán al Ejecutivo que se replantee los parámetros establecidos en estas instalaciones.

Así, el responsable de la campaña nuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, dijo a Europa Press que a principios del mes de junio se registró otro seísmo en Escopete (Guadalajara) de 4,1 en la escala de Richter. En la zona de los seísmos se encuentran las centrales nucleares de Zorita, ya cerrada, y Trillo.

"Era una zona considerada absolutamente estable --aseguró--, que ahora ha cobrado especial relevancia por el último terremoto. Afortunadamente, la disposición de la zona hizo que las ondas sísmicas amortiguaran bastante porque el terremoto fue superficial y no ha habido que lamentar más daños". Sin embargo, estos seísmos obligan, en su opinión, a replantear el mapa sísmico español.

"Hay que reconsiderar la situación de las centrales, rehacer el mapa sísmico y cerrar aquellas que estén en zona de riesgo". Greenpeace tiene previsto remitir cartas a los ministerios de Medio Ambiente e Industria, así como a Presidencia del Gobierno, reclamando estas actuaciones. A su juicio, además de Trillo, situada en la zona de los últimos seísmos, la otra central cuya revisión es urgente es la de Ascó, en Tarragona, ubicada ya en terreno de arcilla inestable.

SE CONTRUYERON SOBRE ZONA "ESTABLE".

En la misma línea, Paco Castejón, responsable de nucleares en Ecologistas en Acción, insistió en que las centrales nucleares españolas se han construido asumiendo que España es una zona no sísmica. "Ambos terremotos han sido bastante sorprendentes para los sismólogos porque no se lo esperaban", subraya.

En su opinión, la central que mayores riesgos de seguridad entraña en caso de terremoto es la de Cofrentes, en Valencia, dado que ya está demostrado que no soportaría el terromoto de mayor intensidad. Igualmente, el embalse de la presa de la Central de Almaraz (Cáceres) utilizado para su refrigeración, tampoco soportaría este tipo de seísmos.

"Trillo tampoco tiene que ser una excepción --dijo a Europa Press--. A la vuelta del verano dirigiremos una serie de preguntas al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para saber qué medidas van a tomar con el fin de garantizar la seguridad de las centrales". Ecologistas considera que las centrales deberán realizar las reformas necesarias para soportar terremotos y si éstas no son posibles, deberán cerrarse.

Por su parte, desde WWF/Adena, Heikki Willsted, insistió en la preocupación que estos movimientos sísmicos deben producir en relación a la seguridad de las centrales nucleares. A su juicio, la primera en cerrar es la de Garoña, en Burgos, por la antigüedad de sus instalaciones. "Hay que repensar los riesgos de la sismicidad y actualizarlos, especialmente en el centro de la Península, para determinar cómo afecta a las centrales", comentó.

Igualmente, indicó que si Trillo no tuviera la capacidad para afrontar movimientos sísmicos de la intensidad experimentada recientemente habría que pensar en cerrarla. "Las modificaciones en las instalaciones de una central son improbables porque conlleva un trabajo enorme cambiar su base --agregó--. Hay que pensar que hay centrales que ya han hecho su trabajo y buscar energías renovables que no tienen los mismos riesgos".