Actualizado 03/02/2006 13:41

RSC.- FAO insta a los gobiernos a invertir en incentivar mejores prácticas en ganadería industrial menos contaminantes

"En muchos países las políticas anacrónicas y mal orientadas promueven una producción insostenible para el Medio Ambiente"


MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -

La producción ganadera industrial en los países en desarrollo es, junto a la contaminación de las ciudades, alguna de las causas más grave de daño medioambiental, en especial cuando las grandes plantas de las industrias lecheras y cárnicas se concentran junto a las ciudades o en las cercanías de los cursos hídricos, según alertó hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

En este sentido, y en un informe titulado 'Políticas pecuarias: La contaminación por la producción pecuaria industrial', la agencia de la ONU urge a los gobiernos a destinar mayores incentivos para promover mejores prácticas en la producción agrícola y ganadera de tipo industrial.

Algunas políticas gubernamentales, como la zonificación y la aplicación de impuestos, "pueden desalentar la concentración de la ganadería intensiva cerca de las ciudades", según el informe de la FAO. Los impuestos, programas de certificación y otros instrumentos normativos, "podrían apoyar la aplicación de mejores prácticas en la producción agropecuaria".

En Tailandia, por ejemplo, la elevada concentración de granjas avícolas en los alrededores de Bangkok se redujo de forma considerable en menos de una década, ya que se aplicaron impuestos elevados a la producción avícola realizada en un radio de cien kilómetros de la capital tailandesa. Los avicultores fuera de esa zona quedaban exentos de impuestos.

Según la FAO, "en muchos países las políticas anacrónicas y mal orientadas promueven activamente una producción ganadera y agrícola insostenible para el Medio Ambiente". Numerosos países en desarrollo apoyan los fertilizantes químicos, la energía y el crédito, unos subsidios que tienden a beneficiar más a las grandes explotaciones de carácter intensivo.

Eliminar los subsidios, ajustar los impuestos y proporcionar incentivos para invertir en tecnología a fin de reducir la contaminación, son algunas de las medidas que podrían reducir el daño medioambiental provocado por la producción pecuaria industrial, según la FAO.

La carne y los productos lácteos se encuentran ahora más difundidos y son más accesibles en muchos países en desarrollo. Entre 1980 y 2004, la producción cárnica en los países en desarrollo se triplicó, desde unos 50 millones hasta los 150 millones de toneladas actuales. Pese a que la población en los países desarrollados sigue consumiendo entre tres y cuatro veces más carne por persona, en los países en desarrollo se produce más de la mitad de la carne existente a nivel mundial.

El rápido crecimiento de la producción pecuaria en el mundo en desarrollo se concentra principalmente en un pequeño grupo de grandes países, que incluye Brasil, México, China y los países ribereños del Mar del Sur de China (Tailandia, Viet Nam y Filipinas), señala la FAO. Se calcula que la producción de carne en los países en desarrollo se incrementará en otros 110 millones de toneladas anuales antes de 2030.

GRANDES EXPLOTACIONES

En muchos países en desarrollo las grandes explotaciones industriales, con miles de animales, han desplazado a la producción pecuaria tradicional, en la que los pequeños campesinos crían animales y cultivan la tierra, con lo que los nutrientes se reciclan como forraje y fertilizantes.

La producción se ha ido desplazando de forma progresiva desde el ganado vacuno que se alimenta de pastos en las zonas rurales a la producción porcina y avícola industrial en las afueras de las grandes ciudades. En Asia, la producción industrial a gran escala es responsable en cerca de un 80% del incremento total en productos pecuarios desde 1990.

En la ganadería industrial, grandes cantidades de residuos de animales se acumulan lejos de las tierras agrícolas, donde podrían ser reciclados en condiciones de seguridad. Así, la elevada concentración de producción agrícola industrial crea grandes cantidades de estiércol.

Aunque a nivel nacional sigue siendo inferior, la concentración de la producción porcina y avícola en algunas partes de China y Brasil está aproximándose y superando incluso los niveles que se encuentran en Europa y América del Norte.

ECOSISTEMAS AMENAZADOS

FAO advierte en este informe de que la producción porcina y avícola concentrada en las zonas costeras de China, Vietnam y Tailandia "está convirtiéndose en la fuente principal de contaminación por nutrientes del Mar del Sur de China". Se estima que la producción porcina origina el 42% del nitrógeno y el 90% del fósforo que fluye hacia el mar en la zona.

A lo largo de gran parte de esta costa densamente poblada, la concentración de cerdos supera los cien animales por kilómetro cuadrado, y las tierras agrícolas "están sobrecargadas de enormes excedentes de nutrientes". "Las zonas de secado están degradando gravemente la calidad del agua del mar y de los sedimentos en una de las zonas marinas con mayor biodiversidad del mundo, poniendo en peligro frágiles hábitat como los manglares, los arrecifes coralinos y las praderas marinas", alertan.

Algunas de las formas de contaminación asociadas al tratamiento del estiércol en la producción agrícola intensiva es la filtración de nitratos y agentes patógenos en los mantos acuíferos, lo que constituye a menudo un peligro para las reservas de agua potable, o la acumulación de nutrientes en el suelo, nocivos para la fertilidad de las tierras. En diversos países de Asia, hasta un cuarto de la superficie agrícola está afectada por este problema. Casi la mitad del exceso de fósforo es de origen agrícola.

Además, FAO alerta de la destrucción de los ecosistemas frágiles, como los humedales, los manglares y los arrecifes coralinos, ya que las zonas costeras amenazadas del Mar del Sur de China, por ejemplo, son el hábitat de 45 de las 51 especies de manglares que hay en el planeta, de casi todas las especies de corales y de 20 de las 50 variedades de praderas marinas conocidas.