Actualizado 31/03/2006 20:04

RSC.-Más del 90% de las mujeres empleadas de países europeos como España cobran menos que los hombres en trabajo similar


MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

Más del 90% de las mujeres empleadas de países europeos como España, Francia y Alemania están discriminadas y cobran entre 90 y 210 céntimos menos por hora que los hombres con empleos similares, lo que supone una pérdida de ingresos familiares de entre el 5% y el 6% del total. Esta situación contrasta notablemente con casos como los de Bélgica o Dinamarca, donde la menor discriminación que padecen las mujeres permite que la pérdida de ingresos se sitúe en torno al 1 o al 1,5 por ciento.

Estos datos se desprenden de una investigación realizada por los profesores de la Universidad de Vigo Carlos Gradín, Coral del Río y Olga Cantó, que han cuantificado la repercusión de la discriminación de género en el mercado de trabajo sobre los niveles de renta de las familias, especialmente en aquéllas con rentas más bajas, y que ha sido presentada hoy durante el seminario 'La desigualdad de rentas como una cuestión económica y política: género y territorio, organizado por la Fundación BBVA y el Ivie en la Universidad Pablo de Olavide.

Asimismo, el estudio señala que las familias que más sufren las pérdidas de ingresos son obviamente las de rentas más bajas, porque es en este segmento familiar donde más discriminación se produce, ya que la mujer tan sólo puede acceder a trabajos de menor cualificación y menos remunerados; y es precisamente en este tipo de empleos donde la discriminación es mayor.

Los autores han constatado, además, que las bajas perspectivas de ingresos por el trabajo hacen que, en ocasiones, las mujeres opten por no acceder al mercado laboral, lo que incrementa todavía en mayor medida la pobreza de estas familias. De hecho, los autores concluyen que si se eliminara totalmente la discriminación por razón de género, la pobreza se reduciría en España aproximadamente en un 10%.

Por último, advirtieron del impacto de la discriminación en los hogares, cada vez más numerosos, en los que la mujer trabajadora vive sola con sus hijos o teniendo a su cargo a personas dependientes.