Aboga por un periodo transitorio de ayudas hasta 2013 y más precisión en el mecanismo de los sobres nacionales MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno afirmó hoy que la propuesta de reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del vino presentada hoy por la Comisión Europea (CE) tiene aspectos positivos que impulsarán la competitividad del sector, pero advirtió de que "no es ni mucho menos un documento satisfactorio" para España porque elimina las ayudas a la destilación.
Así lo aseguró hoy el director general de Alimentación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Francisco Mombiela, poco después de conocer la propuesta legislativa de Bruselas, que contempla el arranque de 200.000 hectáreas de viñedo y el fin de estas ayudas con su entrada en vigor.
Según explicó, para que el Gobierno español vea satisfactoria la reforma del vino debe incluir un periodo transitorio de ayudas hasta 2013 que evite posibles disminuciones de renta y debe despejar incertidumbres sobre el mecanismo de los sobres de que dispondrán los Estados miembros para aplicar políticas.
"Cuando tenemos una reglamentación que contempla ayudas, las actividades económicas se orientan, y eso crea actividades en ciertas zonas rurales. Si se suprimen estas ayudas se pueden provocar disminuciones de renta y transtornos en industrias", advirtió Mombiela.
El director general de Alimentación valoró que el sistema de sobres nacionales puede contribuir a que los países inviertan los recursos en función de sus características propias, si bien reclamó del Ejecutivo comunitario una mayor precisión sobre la capacidad de maniobra de los Estados miembros.
"Para que sea un documento satisfactorio para España nos tienen que aclarar cosas, en qué tipo de actividades nos podemos gastar este sobre", puntualizó, en alusión a las medidas de crisis. "Ya se demostró en la OCM de frutas y hortalizas que eso no sabíamos cómo utilizarlo", agregó.
"COMPENSACIÓN DIGNA" POR ARRANCAR VIÑAS.
Como punto positivo, Mombiela destacó que la Comisión ha dejado de considerar el arranque de viñedos como el eje central de la reforma para contemplarlo como una medida social dirigida a los agricultores que deseen abandonar la actividad "con una compensación digna", más en línea con la posición defendida por España.
Además, incidió en que incluye aspectos reglamentarios que liberan al sector de ataduras para competir con otros países productores de vino, al tiempo que se reafirma en la voluntad de mantener la esencia de los caldos europeos y españoles a través de la figura de 'vinos de calidad ligados al origen'.
"Nuestras Denominaciones de Origen (DO) seguirán contando con todo el apoyo de la reglamentación, fundamental para acceder a nuevos mercados con nuevas fórmulas sin renunciar a las tradiciones que tanta fama han proporcionado al vino europeo", dijo.
El director general de Alimentación del departamento que dirige Elena Espinosa insistió así en que la reforma presenta "elementos positivos" y que el Gobierno español cuenta con capacidad de negociación para lograr mejoras en beneficio de los vitivinicultores.
"Hay mucho camino que andar todavía para que España pueda considerar el documento de la Comisión como satisfactorio, pero siempre hemos sido partidarios de que los trenes hay que intentar reconducirlos, no descarrilarlos", concluyó.
