MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, afirmó hoy que el Gobierno trabajará con la Comisión Europea para ajustar la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) de frutas y hortalizas a las necesidades de España, sobre todo en los sectores de cítricos y tomate.
"Tenemos que trabajar con la Comisión para ajustarla a nuestras necesidades", dijo la titular del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), tras precisar que las necesidades nacionales en materia de cítricos y tomate son "opuestas" a las que recoge el borrador de la reforma.
En su intervención ante el 'Foro de la Nueva Economía', Espinosa matizó que al Ejecutivo "no le preocupa demasiado" el proyecto de reforma para cambiar la OCM de frutas y hortalizas, y que está a la espera de que se presente la propuesta definitiva.
No obstante, Espinosa puntualizó que por ahora el objetivo de España es que se simplifique el actual reglamento "para aprovechar mejor los fondos" y potenciar el papel de las organizaciones de productores. "Hay que eliminar los corsés del sector", estimó.
La ministra lamentó además la escasa dotación presupuestaria para esta reforma europea en contraposición con la producción y facturación del sector hortofrutícola, pero valoró que finalmente no fructificara la propuesta de trasvase de fondos de esta OCM a medidas para el fomento del desarrollo rural.
Por el momento, el Departamento que dirige se dedicará a aunar posturas con los responsables de las organizaciones agrarias y comunidades autónomas afectadas para definir una posición unitaria en la negociación final en Bruselas.
Respecto a los precios que perciben los agricultores por sus productos, Espinosa insistió en que el Gobierno no puede establecer precios en origen ni de venta al público, pero incidió en que trata de contribuir a la transparencia en la formación de precios a lo largo de la cadena alimentaria.
"Estamos en un libre mercado (...) el Gobierno no va a fijar ningún precio, pero estudia si se producen determinadas distorsiones en la cadena alimentaria", explicó Espinosa, quien resaltó su intención de contribuir tanto a la mejora de las rentas agrícolas como de los precios que pagan los consumidores.
Sobre los retos que afronta la industria alimentaria, Espinosa instó a las empresas a avanzar en su internacionalización, a ganar tamaño, a incorporar el valor añadido en sus productos, y a incrementar sus inversiones en I+D+i.
"Las empresas empiezan a ser conscientes de la necesidad de un cambio radical respecto a la I+D+i para sobrevivir en un entorno cada vez más competitivo", dijo la ministra de Agricultura, partidaria de incrementar "de forma explosiva" las inversiones en innovación tecnológica.
