MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no dio hoy fecha para la llegada de la línea ferroviaria de Alta Velocidad (AVE) a Barcelona, inicialmente fijada para el próximo día 21 de diciembre, si bien manifestó su deseo de que produzca lo antes posible.
El jefe del Ejecutivo condicionó la culminación de las obras del AVE y su puesta en servicio a la reparación de las averías en Cercanías y al restablecimiento de este servicio ferroviario "con todas las garantías de seguridad" y también "cuanto antes", pero sin tampoco establecer plazos.
Durante su comparencia en el pleno del Congreso, Rodríguez Zapatero rechazó que el Gobierno o las empresas contratistas hayan "acelerado irresponsablemente" la inauguración del AVE.
"Todo estaba planificado para que la obra se hubiera entregado en febrero. Surgieron problemas técnicos y ampliamos el plazo de entrega hasta agosto pasado. Ni pasó nada entonces ni pasará nada ahora por tener que prorrogarlo", declaró.
El presidente "agradeció la compresión y paciencia de los ciudadanos" y les pidió disculpas por las incidencias que las obras del AVE provocan en Cataluña desde la pasada primavera. "Pero mis excusas vienen acompañadas de prioridades claras y de actuaciones concretas, y vienen desnudas de promesas irrelevantes sobre fechas más o menos precisas", añadió.
Por ello, aseguró que el "plan de acción" del Gobierno pasa por que "la conclusión de las obras del AVE y su entrada en servicio dependerá de que se cumplan dos condiciones".
En primer lugar, "garantizar la seguridad de las líneas en servicio y de las obras en ejecución" y, en un segundo término, "abrir las líneas de Cercanías hoy cerradas al tráfico de viajeros tan pronto como se pueda".
Según aseguró Rodríguez Zapatero, "sólo en ese momento" el Gobierno autorizará retomar las obras de construcción del tramo del AVE afectado por los incidentes. Eso sí, "entonces se hará con toda la celeridad posible".
El presidente considera además que retrasar el AVE "nada aporta a quienes ya están sufriendo sus consecuencias". En su opinión, que el AVE entre en servicio constituye "la mejor contribución posible al transporte de Cercanías". "Además de ser una deuda pendiente con los vecinos de las zonas afectadas por las obras, sólo cuando el AVE llegue y los trenes de larga distancia puedan utilizar también sus vías podremos mejorar el servicio de Cercanías de Barcelona", garantizó el presidente.
CAUSAS DE SUSPENSION DE OBRAS.
Durante su comparecencia en la Cámara Baja, el jefe del Ejecutivo explicó el incidente registrado el pasado 20 de octubre que obligó a cortar varías líneas de Cercanías y a paralizar las obras del último tramo del AVE a su llegada a la Ciudad Condal.
Ante el suceso, Zapatero abogó por "no distinguir entre el Gobierno y las empresas contratadas", pero atribuyó la avería a un "error imprevisible" en la elección por parte de la empresa del material elegido para sellar el túnel que construye para el AVE ante filtraciones externas.
Pese a ello, el presidente aseguró que "no hay tiempo para decisiones que dificulten la consecución de las obras", tales como la rescisión del contrato a la empresa adjudicataria OHL. "En ningún momento el Gobierno ha especulado con la rescisión de contrato con la empresa implicada en el error constructivo", aclaró.
No obstante, explicó que, entre las medidas tomadas desde entonces, se instó a OHL a cambiar la dirección de la obra de acuerdo con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y a establecer un plan de trabajo con el apoyo de otras empresas seleccionadas por este ente público dependiente de Fomento.
Por contra, reveló que el Gobierno sí ha resuelto el contrato con la empresa encargada del control y supervisión técnica de la obra, Cygsa.
Pese a todo, enmarcó lo sucedido en el hecho de que el AVE llega a Barcelona por el sitio "más difícil" (estrecho corredor compartido con otras líneas, junto a barrios muy poblados, cruzando el río Llobregat y soterrado), y apuntó que "durante muchos años Cataluña y Barcelona han ido alimentando graves déficits de infraestructuras".
Como contrapartida, destacó el "decisivo impulso" que su Gobierno ha dado a la construcción de este AVE, proyectado en 1988 e iniciado en 1995 y cuyo primer tramo, hasta Lleida, entró en servicio en 2004. Según aseguró, ha multiplicado por cuatro la inversión anual, hasta los 800 millones de euros, respecto a la anterior Legislatura.
APUESTA POR EL AVE.
Además, Rodríguez Zapatero aprovechó su comparecencia para reafirmar su apuesta por el AVE, por estimar que es un modo de transporte que combina eficiencia social y económica y cohesión territorial, y es una opción de transporte "compartida por todos los países europeos".
"Gracias al AVE se aminoran las distancias y se multiplican las posibilidades de desarrollo de toda España y de las comunidades autónomas por las que se extiende", aseguró.
Por ello, recordó que el ferrocarril, tanto convencional como AVE, seguirá siendo una prioridad en el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) de su Gobierno y garantizó que España será en 2010 el primer país del mundo en kilómetros de AVE, por delante de Japón y Francia.
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