Economía/Consumo.- Bruselas cree que levantar el embargo ruso a la carne polaca es una cuestión de voluntad política

Actualizado: martes, 22 mayo 2007 15:59

ESTRASBURGO, 22 May. (EUROPA PRESS) -

El comisario de Sanidad, Markos Kyprianou, aseguró hoy que el levantamiento del embargo ruso a la carne polaca es una cuestión de voluntad política porque la UE ya ha suministrado a Moscú todas las garantías que demuestran que los productos polacos no plantean ningún problema para la salud pública.

La cumbre entre la UE y Rusia la semana pasada en Samara no permitió lanzar las negociaciones para un nuevo Acuerdo de Asociación y Cooperación entre Bruselas y Moscú, con un capítulo prioritario consagrado a la energía, por el veto de Polonia, que justifica su postura por el embargo ruso a su carne.

Pese a este fracaso, Kyprianou se declaró "optimista" sobre la posibilidad de que "el mandato político que se dé a los negociadores rusos sea encontrar una solución y no discutir con la finalidad de encontrar una justificación para mantener el embargo".

El comisario de Sanidad reveló que la semana pasada, antes de la cumbre de Samara, ya escribió al ministro ruso de Agricultura, Alexei Gordeyev, para proponerle reanudar el diálogo a nivel técnico.

En todo caso, Kyprianou insistió en que la UE ha respondido a todas las preocupaciones rusas y ha demostrado que la carne polaca no plantea problemas sanitarios y por ello se permite su exportación a todo el territorio comunitario.

"Mi primera prioridad son los ciudadanos europeos, y si tuviéramos alguna preocupación sobre los productos polacos no los autorizaríamos en el mercado interior. Sólo con esto ya estamos demostrando nuestra postura", recalcó.

A su juicio, tampoco las preocupaciones rusas sobre los productos en tránsito por Polonia justifican el embargo, aunque la Comisión está dispuesta a dar todas las explicaciones oportunas. El comisario se mostró dispuesto a aceptar un levantamiento del embargo por fases (por ejemplo, primero para animales vivos y luego para la carne", pero siempre que "haya un calendario con plazos definidos".

"Es un problema técnico, no debería ser político, pero a nivel político debería darse el mandato a los tecnócratas sobre el resultado que se quiere: encontrar una solución o no", concluyó.