ROMA, 24 May. (EUROPA PRESS) -
La aerolínea italiana Alitalia tendrá que hacer frente a un verano "complicado", ante las amenazas de huelga del Sindicato Unitario Trabajadores del Transporte (SULT), que ya pondrá en acto un primer paro el 17 de junio, y la paralización impuesta por el Consejo de Estado italiano en lo referente al proceso de adquisición de la compañía de bajo coste Volare.
El SULT, que ha amenazado con más huelgas durante todo el verano, ha exigido el restablecimiento "inmediato" de las correctas relaciones industriales y la iniciación de un proceso de diálogo con todas las organizaciones sindicales del grupo, en sus "diferentes realidades". Asimismo, el SULT ha solicitado al Gobierno una intervención "inmediata" en calidad de mediador para, además, orientar la compañía hacia una política "seria" y "creíble".
En este sentido, el sindicato apuntó que precisamente lo ocurrido con Volare demuestra que "por desgracia" todavía no existe en Italia un sistema que vea la actuación de Alitalia como un ente de "amplificación y valorización del 'made in Italy' y de las empresas italianas".
El Consejo de Estado italiano bloqueó ayer el proceso de adquisición de Alitalia con respecto a la 'low-cost', aceptando las motivaciones de la otra aspirante, Air One, que alegó que la compra suponía un uso ilegal de las ayudas públicas concedidas a la compañía de bandera. No obstante, Alitalia precisó ayer en un comunicado que el bloqueo tan sólo se debe a irregularidades administrativas, que espera subsanar "lo antes posible".
BLOQUEO DE LOS VUELOS A CERDEÑA
Alitalia sufrió hoy un nuevo revés. El Consejo de Estado, según la prensa italiana, ha paralizado las rutas de la compañía hacia Cerdeña, admitiendo un nuevo recurso de Air One. Según el organismo italiano, la compañía de bandera no ha respetado el plazo de presentación de la solicitud de participación en el concurso de adjudicación y por tanto su petición no puede ser aceptada.
El Consejo de Estado contradice, de esta manera, la decisión del Tribunal Administrativo de Lazio que había apoyado la compañía de bandera, paralizando su exclusión de aquellas rutas en disputa con Air One.
La noticia ha tenido una inmediata repercusión en la bolsa italiana. Las acciones de la compañía se han desplomado, alcanzando mínimos históricos. Tras una recuperación del 4% ayer, el título de la aerolínea ha acumulado en la última semana un descenso del 18%, que supone un -37% en los últimos tres meses.
