PARÍS, 17 Ene. (De la corresponsal de EUROPA PRESS Aida Palau) -
El constructor europeo Airbus registrará probablemente un resultado negativo de explotación (EBIT) para 2006, según anuncio el grupo EADS en un comunicado en el que añade que deberá esperarse hasta que se cierren las cuentas y que el grupo de auditores y el consejo de administración las aprueben en las reuniones previstas el 8 de marzo.
El líder europeo de la aeronáutica y la defensa explica que gastos no recurrentes relacionados con compensaciones acordadas a ciertos clientes, así como las depreciaciones de activos, o los impactos financieros del plan Power 8 de Airbus, que normalmente debían aplicarse en 2007, podrían haber sido adelantados a 2006. Por otro lado, se podrían reconocer gastos suplementarios relacionados con el avión gigante A-380.
El comunicado subraya sin embargo que se conseguirá un resultado positivo del EBIT para el conjunto del grupo EADS. Airbus presenta hoy el resultado comercial de 2006 en el que ha perdido la batalla contra la competencia el americano Boeing.
Según informa hoy el diario económico 'La Tribune', Airbus consiguió sólo 800 encargos frente a los 1.044 del americano. A pesar de que que este año ha sido el segundo mejor de su historia en ventas y el primero en entregas, Airbus ha perdido el liderazgo tras cinco anos consecutivos a la cabeza, explica el rotativo.
El año 2006 habrá sido uno de los peores periodos para Airbus con los continuos anuncios de retrasos en las entregas de su avión estrella el A-380, sobre las polémicas sobre el lanzamiento del A-350 y con la dimisión de dos presidentes, Gustav Humbert y Christian Streiff.
Este 2007 será un año en el que Airbus deberá recuperar la confianza de sus clientes. A pesar del retraso de dos años en la entrega de Airbus, las compañías han mantenido sus pedidos, salvo FedEx.
Uno de los retos es conseguir crear las bases de una producción en serie en 2010 para atraer a nuevos clientes. En unas semanas su presidente Louis Gallois deberá anunciar el plan 'Power 8' con el que prevé ahorrar 2.000 millones de euros a partir de 2010. Un plan que prevé la supresión de puestos de trabajo y la reorganización de las plantas de fabricación con el cierre de algunas de ellas.
