MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
El grupo británico de defensa BAE Systems, que trabaja para sus procesos de fabricación dentro del marco de la certificación ambiental ISO 14001, ha desarrollado una nueva unidad de pintado de sus naves que disminuirá el riesgo asociado a las actividades de limpieza de la instalación, donde se acumulan sedimentros químicos relacionados con la legionela y estroncio cromado, también considerado como peligroso en el Catálogo Europeo de Residuos.
Mediante este nuevo Sistema de Gestión Ambiental (EMS por sus siglas en inglés), BAE Systems "reducirá los costes y el impacto medioambiental" y "mejorará la salud y seguridad de sus empleados", según recoge hoy el Boletín del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD).
Las actividades de pintado se realizan en la Instalación Central de Tratamiento (CTF), situada en la localidad de Samlesbury, en Lancashire (Reino Unido), donde se trabaja en labores de cobertura y acabado de superficies de componentes de metal para la aviación civil y militar. En esta instalación se realizan el 85% de las actividades de pintado, apuntó la compañía, lo que implica "un riesgo para la salud de los trabajadores".
En este sentido la empresa destaca que, debido a los "peligrosos sedimentos", el contenedor se limpiaba cada tres semanas, "una frecuencia que, reconoce, puede incrementar el riesgo de que se produzca un vertido accidental". El costoso proceso se llevaba a cabo fuera de las instalaciones para "minimizar el impacto", lo que implica pagar horas extras y emplear un equipo especial de protección.
Dentro del proceso de revisión enmarcado en el Sistema de Gestión Ambiental, la empresa consideró que las operaciones de pulverización de pintura eran "un área pendiente de mejorar en términos de costes, salud e impacto medioambiental".
En este sentido, invirtió en una nueva unidad para la filtración y eliminación del agua. La nueva instalación viene impreganada de un químico que, al agitarse, previene el atasco de los canales.
Así, la pintura se filtra y se separa del agua antes de ser envasada y se seca como paso previo a su depuración, lo que permite "realizar la limpieza del contenedor y la eliminación de residuos una vez al año", explican desde la empresa.
Con este nuevo sistema, la compañía confía en "ahorrar costes". Además apunta los "numerosos beneficios" como consecuencia de la reducción de la depuración de residuos peligrosos, del transporte de los mismos de manera anual y de la reducción del consumo de agua.
También destaca el descenso del riesgo de que se produzca un vertido accidental y el ahorro que implica prescindir de los equipos de protección especializados para los trabajadores.
