Economía/Empresas.- Domar exige a la Generalitat que busque un nuevo accionista para evitar el ERE sobre 102 personas

BARCELONA 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

El comité de empresa de la empresa de lavadoras Domar, comprada por Taurus al grupo italiano Antonio Merloni en junio de 2004, ha solicitado a la Generalitat apoyo para frenar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que afecta a un total de 102 trabajadores de su fábrica de Martorelles (Barcelona), el 31% de la plantilla.

Los representantes sindicales se reunieron el pasado jueves con la directora general de Relaciones Laborales, Mar Serna, y le pidieron la implicación de la Generalitat para buscar un nuevo socio inversor para garantizar la viabilidad de la compañía, informaron a Europa Press fuentes sindicales. En este sentido, apuntaron como posible interesado a la multinacional eslovena Gorenje.

Domar presentó el pasado 24 de mayo un ERE después de que el grupo italiano Antonio Merloni, que en 2004 se comprometió a adquirir durante cuatro años una parte de la producción de lavadoras de la fábrica de Martorelles, dejase de hacerlo desde el pasado marzo por falta de calidad del producto, según fuentes de Merloni.

Desde entonces, la dirección de la compañía y los sindicatos mantienen negociaciones, aunque sin éxito. La compañía rechaza contraprestaciones adicionales a los despidos y rechaza un plan de prejubilaciones. Según los sindicatos, hasta 93 trabajadores podrían acogerse a esta opción si se dieran las condiciones económicas.

La firma propiedad de los empresarios Termens y Tornini ha justificado el ERE por la suspensión unilateral del contrato por parte de Merloni y los 'números rojos' registrados en los últimos ejercicios, que en 2005 alcanzaron los 2,6 millones de euros, tras unas ventas de 46 millones.

En el momento de la compraventa, en 2004, la dirección de la empresa aseguró que necesitaba fabricar más de 300.000 lavadoras para ser rentable. Las previsiones de producción para el ejercicio en curso se sitúan en 162.500 unidades. Hace dos años, la plantilla acordó congelarse el sueldo y trabajar más horas para salvar el negocio.