Economía/Empresas.- Ebro afirma que la reforma del azúcar le obligará a reducir "sustancialmente" su volumen de negocio

Actualizado: martes, 2 octubre 2007 19:15

No ve razones para pedir un abandono acelerado de la actividad en perjuicio de la industria y su entorno social


MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -

Azucarera Ebro advirtió hoy de que la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del azúcar le obligará a reducir "sustancialmente" su volumen de negocio, ya que supondrá el abandono de la mitad de la producción remolachera actual.

En una comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) con ocasión de la aprobación de los textos definitivos de la reforma europea, Azucarera sostuvo que como empresa mayoritaria del sector azucarero, será "inevitablemente" la más afectada por la reforma.

La filial de Ebro Puleva incidió en que la reforma es una "iniciativa exclusiva" de la Comisión Europea, que aspira a reducir en 5,2 millones de toneladas la producción remolachera en la UE, y advierte de que tratará de retrasar las amortizaciones de cuota al máximo permitido.

Concretamente, desarrollará el proceso de reestructuración a lo largo de varias campañas hasta la de 2009-2010, tal y como permite el reglamento de la OCM, y así prolongará durante un año adicional la actividad de las fábricas a cerrar, con lo que además dispondrá del tiempo necesario para desarrollar las actividades sustitutorias.

COMPLEMENTO DE PRECIO PARA AGRICULTORES.

La empresa añadió que "para no causar perjuicios a los agricultores", complementará el precio de la remolacha en las campañas puente Sur 07/08 y Nacional 08/09, hasta alcanzar un ingreso igual al que se recibe en la situación de 50% de amortización.

"Se asegura así por cuenta de Azucarera Ebro un año adicional de ayudas acopladas sobre los cinco ofrecidos por la OCM", dijo Ebro, que evalúa el coste de este apoyo en más de 19 millones de euros. "No hay razones para pedir un abandono acelerado en claro perjuicio de la actividad industrial y su entorno social", argumentó.

Según la compañía, "Azucarera Ebro y sus empleados han cargado con la práctica totalidad del esfuerzo de reestructuración del sector, necesario para asegurar su competitividad y permanencia", lo que se ha traducido en el cierre de cinco plantas desde 2000.

La filial azucarera de la primera alimentaria española resaltó que está dispuesta a aportar la parte que le toca en este nuevo esfuerzo, pero "no entiende aceptable que se le pida, como es el caso, un esfuerzo por encima del que le corresponde en favor de terceros y a costa de nuevo de sus accionistas y empleados".