Economía/Empresas.- Panrico cierra la harinera de Vic (Barcelona) y negocia la salida de sus 14 trabajadores

Actualizado: jueves, 27 diciembre 2007 20:30

BARCELONA, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -

La empresa de panadería y bollería industrial Panrico confirmó hoy el cierre de su planta de harina en Vic (Barcelona), que emplea a 14 personas y es la proveedora de la fábrica que el grupo tiene en Santa Perpètua de la Mogoda (Barcelona).

Dirección y sindicatos de la empresa se encuentran en negociación para acordar la salida de dichos empleados, muchos de los cuales tienen una antigüedad de más de 20 años en la compañía. En este sentido, la empresa subrayó hoy su "voluntad conciliadora".

Según explicó a Europa Press el abogado de la plantilla, Lluís Blasi, la empresa explicó a los trabajadores que el cierre respondía a que el Ayuntamiento de Vic no les permitía continuar su actividad. El abogado lamentó que el problema es que la harinera está en el núcleo antiguo de la ciudad y debía trasladarse a un polígono industrial.

"La empresa debe haber hecho números y ha decidido que no le sale las cuentas a la hora de invertir en la construcción de una nueva harinera", apuntó Blasi. No obstante, el portavoz de los trabajadores recordó que Panrico conocía que debía salir del centro urbano desde hacía "casi diez años".

La planta de Vic, cuya producción se destina "casi íntegramente" a proveer a Panrico, cesó su actividad unos días antes de Navidad y, de momento, se desconoce quien será la nueva proveedora de harina del grupo de bollería industrial.

SALIDA NEGOCIADA DE LOS TRABAJADORES.

A pesar de que la oferta inicial de la empresa era de 20 días por año trabajado (el mínimo que establece la ley) Blasi manifestó que "no habrá problema" para llegar a un acuerdo que iguale esta oferta con la petición de 35 días por año trabajado que solicita la plantilla.

La dificultad de la negociación radica en el acuerdo sobre los topes a percibir por los empleados. Según Blasi, Panrico ofrece un máximo de un año y medio, mientras que los trabajadores consideran la propuesta "injusta y pobre" y solicitan un máximo de dos años y medio.