BRUSELAS, 30 May. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea confirmó esta tarde que funcionarios del Ejecutivo comunitario llevaron a cabo ayer y hoy nuevas inspecciones sorpresa a empresas alemanas del sector energético, al tener razones para creer que las compañías afectadas pueden haber violado el Tratado de la Unión Europea por abuso de posición dominante.
Las inspecciones, continuación de las llevadas a cabo a principios de mayo, las hace personal de la Comisión acompañado por miembros de las autoridades nacionales competentes y no forman parte de ninguna investigación sectorial sobre la energía, asunto que ya fue objeto de un informe preliminar el pasado 16 de febrero, según informa el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
La primera ronda de inspecciones incluyó a a grandes grupos de la energía de Alemania, Francia, Bélgica, Austria e Italia y según la prensa internacional, los funcionarios comunitarios había visitado, entre otras, las oficinas de E.ON, en Alemania, y de Gaz de France, en Francia. No obstante, la CE nunca reveló las identidades de las compañías.
El portavoz de competencia de la Comisión, Jonathan Todd, también dejó claro entonces que Bruselas no tiene ninguna intención de revisar la autorización concedida el pasado mes de abril a la oferta pública de adquisión (OPA) de la alemana E.ON sobre la española Endesa y que las inspecciones no influirán en este asunto.
La investigación en el sector energético ha permitido a la Comisión conocer en profundidad el funcionamiento, y en algunos casos el mal funcionamiento, de un sector que es, según el Ejecutivo comunitario, "clave" para la competitividad de la economía europea en su conjunto.
Los conocimientos adquiridos durante la investigación han permitido a la Comisión extraer conclusiones sobre dónde son más apropiadas y efectivas sus investigaciones sobre la legislación en materia de competencia.
Las inspecciones por sorpresa son un paso preliminar en la investigación sobre prácticas monopolísticas y el hecho de que la CE lleve a cabo tales actividades no significa que las compañías sean culpables de comportamientos anticompetitivos. Tampoco prejuzga el resultado de la investigación, que no tiene un plazo concreto para finalizar, ya que su duración depende de un gran número de variables, entre ellas, la complejidad de cada caso, el grado de cooperación de las empresas afectadas y si ejercen o no su derecho de defensa.
