LISBOA, 29 Ago. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -
La entrada en vigor de la liberalización del mercado eléctrico portugués para los consumidores domésticos el próximo 4 de septiembre no supondrá una reducción de los precios de las tarifas, ya que éstas se veran afectadas por la fuerte subida de los costes de producción, según explicó el presidente de Endesa Portugal, Nuno Ribeiro da Silva, en declaraciones a 'Diario de Noticias'.
El ex secretario de Estado de Energía advierte que "no se cree la ilusión de que la liberalización va a bajar los precios en el actual contexto de fuerte subida de los costes de producción de electricidad", y recordó que la entrada en vigor de esta legislación, que fue aprobada hace dos años, se produce en un momento en el que el precio de los combustibles están alcanzando máximos históricos.
"No hay milagros. Las tarifas van a tener que subir, por más que eso le cueste a las personas y a los gobiernos", señaló Nuno Ribeiro, que recordó que los precios administrativos aplicados en Portugal y España crearon un déficit de tarifas gigante que tendrá que reflejarse con intereses en las tarifas.
La liberalización va a terminar, a partir de 2007, con el mecanismo que limitaba la subida de las tarifas para el mercado doméstico a la inflación prevista para cada año, señaló. "Por tanto, el aumento de los costes de producción de energía, que se viene dando desde hace tres años, va a repercutir en los consumidores. La única duda es saber durante cuánto tiempo, hasta un límite de cinco años, se sentirá esa repercusión", añadió.
En Portugal hay un déficit global de 451 millones de euros sólo este año, lo que repercutirá con intereses en las tarifas domésticas a partir del próximo año y durante 5 más. Además, los consumidores también tendrán que pagar el aumento del coste de la producción.
El pasado mes de marzo, Jorge Vasconcellos, presidente de la Entidad Reguladora del Sector Energético (ERSE), organismo que establece la tarifa anual, explicó en el Parlamento que si en 2006 se hubiese reflejado el aumento de costes de la producción de electricidad, la subida media de la tarifa de baja tensión, es decir la del consumo doméstico, hubiese superado el 16%, incluyendo el sobre coste de la producción de energía renovable que la pagan solamente los consumidores domésticos.
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