Las empresas gasistas aumentaron sus inversiones un 9,4% en 2005, hasta 1.255 millones de euros
MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las empresas del sector gasista esperan alcanzar unas ventas de gas natural que rondarán los 444 teravatios hora (TWh) en 2006, lo que supondrá un aumento del 18% respecto al pasado ejercicio, según adelantó hoy el presidente de la Asociación Española del Gas (Sedigas), Antoni Llardén, con motivo de la presentación del 'Balance Energético 2005' elaborado por su organización.
El máximo responsable de la patronal gasista precisó que la participación del gas natural en el consumo energético español estará próxima al 22% en 2005, más cerca de la media europea (24%) y ligeramente superior al 20% del ejercicio precedente.
Llardén destacó además el crecimiento en las ventas de gas natural en España en 2005, hasta alcanzar los 375,6 teravatios hora, con un aumento interanual del 17,6%. Asimismo, subrayó que la demanda de gas natural creció un 92% desde en el periodo 2000-2005. Más del 83,5% de las ventas de gas natural fueron realizadas por las compañías comercializadoras en el mercado libre.
Según los datos de Sedigas, el año pasado las empresas gasistas realizaron inversiones por un valor total de 1.255 millones de euros, un 9,4% más que en 2004. De esta forma, el sector gasista español han completado inversiones de más de 7.200 millones de euros en los últimos ocho años.
Llardén explicó que gracias a esas inversiones el sistema español dispone de las infraestructuras que han permitido el desarrollo del proceso liberalizador. Según resaltó, el mercado gasista español es "el más abierto del continente", sólo superado por el Reino Unido, "que empezó mucho antes".
El ejercicio pasado se cerró con más de seis millones de clientes, con un aumento en su captación del 6,7% y más de 55.000 kilómetros de redes. Los aprovisionamientos de gas natural a España alcanzaron los 390 teravatios hora en el pasado ejercicio. En los últimos cinco años los aprovisionamientos se han incrementado un 94%.
DIVERSIFICACION DE FUENTES.
Por otro lado, Llardén hizo referencia a la creciente diversificación de fuentes de aprovisionamientos a España, un hecho que según resaltó refuerza la seguridad del suministro de esta energía y su compra en las condiciones "más favorables".
En 2005 España recibió gas natural de Argelia (país que cedió más gas que en años anteriores pero que redujo su peso relativo en la cartera española de aprovisionamiento, con un 44% del total frente al 58% del pasado año), Nigeria (14,8%), Qatar, Egipto (país que entró en 2005 en la lista de exportadores a España gracias a las inversiones de Unión Fenosa y que ya alcanza el 10% del total de la importación), Libia, Omán, Trinidad y Tobago, Malasia, Abu Dhabi y Australia.
El conjunto de las centrales españolas de generación eléctrica registró un aumento de la demanda de gas natural de más del 68% en el pasado año. Dicha demanda se ha multiplicado por diez desde 2000, lo que según destaca Sedigas supone "un caso único" en el mercado europeo.
ESPAÑA TRIPLICARÁ CAPACIDAD DE ALMACENAMIENTO.
España sigue manteniendo el primer puesto entre los países europeos en número de terminales de descarga y regasificación. Al cierre de 2006 el sector contará con seis plantas de regasificación.
Llardén indicó además que el sector espera triplicar la capacidad actual de almacenamiento estratégico de gas natural a mediados de 2007.
Por otro lado, Llardén aseguró que el Gobierno está actuando "en la buena dirección" en el proceso de supresión de la tarifa regulada del gas, adoptando medidas que permitan cumplir el objetivo de alcanzar la liberalización efectiva en enero de 2008.
El presidente de la patronal gasista señaló que tanto los actuales responsables de asuntos energéticos del Ejecutivo como sus predecesores en la anterior legislatura han adoptado las medidas "correctas" para permitir la liberalización, a pesar de que el propio mercado haya avanzado en esa dirección de manera más rápida a lo esperado.
Por último, Llardén recalcó que Europa se encuentra todavía lejos de la consecución de un mercado único energético, por la ausencia de las infraestructuras necesarias para impulsar los intercambios estatales.
