Economía/Ganadería.- La Junta de Andalucía confirma un nuevo foco de 'lengua azul' en la localidad malagueña de Casares

Actualizado: viernes, 24 agosto 2007 13:31

SEVILLA, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía recibió hoy la confirmación por parte del Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid) de la existencia de un nuevo foco de fiebre catarral ovina --enfermedad animal denominada comúnmente 'lengua azul'-- del serotipo uno en una explotación de Casares (Málaga).

En un comunicado, la Junta destacó que la explotación afectada tiene un censo total de 271 animales, de los cuales 53 son ovinos, 21 bovinos y 197 caprinos. De todos, la enfermedad se ha desarrollado clínicamente sólo en el ganado ovino, especie en la que se han detectado 18 animales con síntomas, de los que tres han muerto.

El pasado 14 de agosto la Consejería de Agricultura y Pesca fue informada por el titular de la explotación afectada de la sospecha de la enfermedad animal, y ese mismo día, los servicios veterinarios oficiales se personaron en el lugar y se realizó la toma de muestras, explicó la Junta.

Dichas muestras fueron enviadas al Laboratorio de Sanidad Animal de Córdoba, que, tras procesarlas, emitió un resultado claramente positivo a la presencia del virus causante de la enfermedad. Posteriormente, se remitieron para su estudio al Laboratorio Nacional de Referencia, que hoy confirmó el resultado.

La Junta indicó en el comunicado que el dispositivo de Vigilancia Epidemiológica establecido para la detección precoz de la enfermedad, así como la colaboración del sector, está posibilitando "la rápida aplicación de las medidas de control del virus".

Tras la confirmación del primer brote en Tarifa (Cádiz), la Administración andaluza publicó la Orden de 26 de julio de 2007, encaminada al aporte de garantía sanitaria al movimiento del ganado.

En el caso de este tercer foco de lengua azul del serotipo uno, la Junta dio las órdenes oportunas para que sean investigadas las explotaciones en un radio de 20 kilómetros alrededor de la afectada, a fin de determinar el nivel de implantación de la enfermedad en la zona.

Para ello, se realizará una investigación clínica, epidemiológica y se tomarán muestras que serán analizadas en los laboratorios de Sanidad Animal de la Junta de Andalucía. "Los animales clínicamente afectados se sacrificarán por razones de bienestar animal y los ganaderos podrán ser indemnizados por todos los animales que se sacrifiquen", según subrayó.

Asimismo, la Consejería de Agricultura y Pesca tiene a disposición del sector ganadero una línea de ayuda para la contratación de seguros que garantice la retirada de cadáveres de las explotaciones. Esta subvención alcanza más del 70 por ciento del coste del seguro.