MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, aseguró hoy que dentro de las alternativas de reestructuración que se planteaban para Opel, la del grupo General Motors "sonaba relativamente mejor" que la del fabricante austro-canadiense de componentes Magna.
"Yo no sé si puede beneficiar o perjudicar" a la planta de Figueruelas, indicó Méndez en relación con la decisión de General Motors de no vender Opel a Magna y mantener en propiedad su filial europea, por la que dijo sentirse "sorprendido".
El líder de UGT, que realizó estas declaraciones en unas jornadas sobre negociación colectiva, dijo desconocer si el término reestructuración que General Motors ha utilizado "equivale exactamente como alternativa distinta a la de Magna". "Tengo que ser muy cauto y muy prudente", añadió.
A su juicio, aunque existe una sensación de "agotamiento", la decisión de General Motors no tiene por qué traducirse en un "volver a empezar", porque la multinacional conoce perfectamente el peso que Figueruelas tiene para el futuro de la actividad del grupo.
GM VALORA POSITIVAMENTE FIGUERUELAS.
"Nos consta que General Motors siempre ha valorado positivamente Figueruelas, que representa el 40% de las ventas y el 40% de la producción de Opel en su conjunto. Al menos esa parte no habrá que reproducirla", argumentó.
Avanzó que desde UGT estarán "atentos y vigilantes" y exigirán "prontitud y celeridad, información clara y transparente". "¿Qué significa el término reestructuración por parte de General Motors?", se preguntó al respecto.
Por ello, instó al Gobierno a "poner toda la carne en el asador" y a exigir que se le dé toda la información para saber qué situación se afronta y, sobre todo, crear las condiciones que permitan devolver la tranquilidad a miles de familias que dependen de planta de Opel en Figueruelas.
En este sentido, Méndez espera que en la reunión de la comisión de seguimiento de Opel convocada para esta tarde en el Ministerio de Industria el Gobierno sea capaz de dar "información cabal, que despeje las incertidumbres abiertas".
EL GOBIERNO ALEMAN, "COLGADO DE LA BROCHA".
Por otro lado, según el secretario general de UGT, la decisión de General Motors pone de manifiesto hasta qué punto es necesaria en Europa una posición común respecto al futuro de la industria. "Aquí ha pretendido llevar la iniciativa el gobierno alemán, que se ha quedado como se dice vulgarmente colgado de la brocha", dijo.
A su juicio, respuestas nacionales o nacionalistas ante situaciones de esta naturaleza a veces son inútiles e incluso en ocasiones contraproducentes. Por ello, abogó por definir una política industrial de futuro y de defensa de la industria europea, que tiene que estar liderada por la Comisión Europea. "No podemos hacer cada uno la guerra por nuestra cuenta", concluyó.
