MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Servicio de Vigilancia Fitosanitario y Veterinaria de Rusia (Rosselkhoznadzor) avisó el pasado mes de septiembre a la Unión Europea de la existencia de grupos de "estafadores" en varios estados miembros --entre ellos España-- que median con los productores cárnicos y lácteos con la excusa de conseguirles permisos de exportación "sin contar con el apoyo y la confianza" de las autoridades rusas.
En respuesta al portavoz de Agricultura del PSOE en el Congreso, Alejandro Alonso, el Ejecutivo explica que el organismo ruso transmitió hace meses a la Comisión Europea (CE) informaciones sobre la actividad de estos grupos que, a cambio de "grandes sumas de dinero", ofrecen a los productores de carne y leche organizar las auditorías de supervisión que son necesarias para conseguir la autorización de exportación al mercado de la Unión Aduanera, que incluye a Rusia, Bielorusia y Kazajstán.
En el texto, fechado el 7 de noviembre y que recoge Europa Press, el Gobierno también asegura no mantener "tratos de esta índole con intermediario alguno" ya que las negociaciones de este tipo se mantienen a nivel bilateral "directo" entre los ministerios de Agriculturas de ambos países.
En este sentido, afirma haber advertido a todas las asociaciones representativas del sector de la actividad de estos "individuos que, sin representar a las autoridades rusas" se ofrecen a "facilitar" las gestiones ante el Rosselkhoznadzor, y les ha recordado que "el cauce de comunicación con las autoridades rusas es a través del Ministerio, pues los trámites de auditoría y homologación de establecimientos se basan exclusivamente en la comunicación directa entre los servicios veterinarios españoles y rusos".
RESTRICCIONES DESDE ABRIL
Esta situación podría agravar la desconfianza que las autoridades rusas ya han expresado con anterioridad hacia las exportaciones españolas. De hecho, el pasado mes de abril el Servicio de Vigilancia Fitosanitario y Veterinario ruso decretó un cierre fronterizo para la producción cárnica española, y anunció que estudiaría la posible prohibición de importaciones de carne y leche por parte de 614 productores incluidos en la lista de proveedores garantizados por los servicios veterinarios de España.
El diputado Alejandro Alonso también preguntó al Ejecutivo por la evolución de esta situación y, en su respuesta, fechada el 14 de octubre, el Ministerio de Agricultura señala que el Gobierno ruso aceptó finalmente las exportaciones de 24 establecimientos (23 cárnicos y uno lácteo) que "les ofrecían garantías por haber sido inspeccionados por sus propios auditores".
Así, sólo esos negocios mantuvieron su autorización de venta a la Unión Aduanera a partir del cierre fronterizo de abril, en tanto en cuanto la Administración española no aportara "garantías sobre el cumplimiento de las condiciones establecidas en la normativa" rusa, con el 12 de mayo como fecha límite si no querían verse sometidos a un "cierre total" de las importaciones.
El Ejecutivo envió entonces un listado de 92 establecimientos del sector cárnico a los que se podría levantar el veto, basándose en las garantías que dieron las empresas sobre el cumplimiento de las medidas de autocontrol para cumplir la normativa rusa que se habían diseñado en colaboración con las asociaciones del sector poco después del inicio del cierre fronterizo.
Además, las comunidades autónomas iniciaron un proceso de control oficial y, entre el 9 y el 20 de septiembre, las autoridades rusas realizaron una auditoría en 22 establecimientos de carne porcina elegidos por la propia Rosselkhoznadzor, incluyendo algunos negocios especializados en ibéricos. "Actualmente se está a la espera del informe de auditoría de las autoridades rusas para evaluar el resultado de la misma", añade la respuesta.
En cualquier caso, el Gobierno reconoce que es "muy difícil" valorar las repercusiones que el cierre del mercado ruso ha tenido para el sector, ya que "este problema aparentemente no está teniendo un reflejo en los precios en los mercados de referencia y porque el mercado ruso no es el único importante" para estos productos "como era hace años". "No obstante, todavía es pronto para evaluar en su justa medida la influencia de estos factores", añade.
El pasado mes de junio, el Gobierno señaló en otra respuesta parlamentaria que la decisión del Gobierno de Vladimir Putin respondía a su intento de reducir sus importaciones ganaderas y "renegociar su sistema de abastecimiento" ante las fuertes caídas de precios en la producción nacional, desvinculando así la decisión de cualquier duda sobre la seguridad alimentaria de las producciones españolas.
Además, destacaba que el veto a importaciones cárnicas no se había limitado únicamente a España, sino que había alcanzado también a las producciones de países como Estados Unidos, México, Canadá, Holanda o Alemania. No obstante, reconocía que "el ámbito de estas restricciones es muy diferente en cada caso y las alegaciones rusas o motivos del cierre son distintos, también, en cada país".