MADRID, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las empresas españolas invertirán 1.200 millones de euros en la evolución hacia nuevos servicios de telecomunicaciones, según un estudio de la compañía de gestión de equipamientos de telecomunicaciones Cuantalis España.
Según el estudio, actualmente las empresas en España gastan 6.000 millones de euros al año en servicios de telecomunicaciones (emisión de llamadas, utilizar el teléfono móvil, fax, internet, etc.), y disponen de un margen del 20% para mejorar el gasto y los servicios que utilizan.
Por otro lado, el consejero delegado de Cuantalis Europa, Víctor Valle, asegura que los principales operadores europeos del sector no consiguieron hacer crecer sus ingresos, ni sus márgenes de explotación en el segundo semestre de este año, lo que provocó un estancamiento en sus cotizaciones en bolsa.
Según Valle, las empresas atajan estos problemas a través de la rebaja de las tarifas ante los clientes que se lo solicitan, sin cambiar de servicios, ni sus estructuras de costes operativos. Así, tienen que recurrir a descuentos como tarifas planas y empaquetamiento de servicios, entre otros.
Por ello, en un mercado de estas características, los competidores responden de manera similar, rebajando tarifas, regalando a sus clientes los costes del cambio de proveedor y la compra de equipos.
El estudio apunta a que esto provoca que las operaciones comerciales se vuelvan arriesgadas y de baja rentabilidad, lo que induce que los clientes no obtengan el beneficio en forma de ahorro o mejoras en los servicios.
Por este motivo, Cuantalis considera que, para crear el interés de los clientes finales, los operadores de telecomunicaciones tienen que realizar propuestas en las que los clientes obtengan beneficios significativos y los operadores puedan ofrecer soluciones rentables.
Asimismo, desde Cuantalis se señala que se requiere identificar la fuente económica que financie la transmisión a la mejora deseada por los clientes y sus proveedores y, apunta que estos fondos se deben de buscar en la propia factura pagada por los clientes, es decir, en las ineficiencias: servicios inadecuados o no actualizados.
