BRUSELAS, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Aerolíneas Europeas (AEA) tachó de "equivocado e inapropiado" el recurrir a pasajeros de aerolíneas como fuente de financiación para ayuda al desarrollo, después de que la propuesta francesa de gravar los billetes aéreos con tal fin recibiera la semana pasada el respaldo de 11 países.
El secretario general de la AEA, Ulrich Schulte-Strathaus, sostuvo que los pasajeros de las aerolíneas de red europeas "ya están contribuyendo como clientes a un sector que es de una importancia incalculable para el mundo desarrollado". "Las aerolíneas europeas invierten ampliamente en todos los países a los que vuelan. Son empleadores respetados y responsables de trabajadores locales. Invierten fuertemente en proveedores locales y suministradores de servicios", agregó.
Para el secretario general, las aerolíneas "traen a los turistas que, en muchos países desaventajados del mundo, constituyen uno de los más importantes fuentes de ingresos y empleo". Además, subrayó que las conexiones aéreas "facilitan el comercio y dan a los productores locales acceso a mercados globales". "Cuando ocurre una catástrofe", continuó, "no sólo el transporte aéreo es esencial para una rápida respuesta humanitaria, sino que siempre las aerolíneas ofrecen sus servicios gratuitamente y de buena gana".
Schulte-Strathaus aseveró que "lo más lamentable" es la forma en que Gobiernos y reguladores "parecen ignorar los altos beneficios que el transporte aéreo lleva a países desarrollados y en desarrollo". "En cambio, parecen adoptar la postura de que los pasajeros aéreos son una élite privilegiada que pueden ser exprimidos una y otra vez", concluyó.
Francia, Brasil, Chile, Chipre, Congo, Costa de Marfil, Jordania, Luxemburgo, Madagascar, Islas Mauricio, Nicaragua y Noruega son los estados que se comprometieron a aplicar un gravamen especial sobre los billetes de avión para captar fondos de solidaridad para los países en desarrollo.
Francia fue el primer país en optar por imponer una tasa de entre uno y 40 euros sobre cada billete de avión, que permitirá obtener 210 millones de euros extra anuales destinados a la compra de medicamentos. La medida, ya aprobada en la Asamblea, entrará en vigor en el país galo el 1 de julio.
