MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Fomento ha dado un paso más en el proceso de apertura a la competencia del transporte de mercancías en tren, al aprobar parte de la normativa necesaria para abrir este mercado que aún estaba pendiente, la referente a la homologación del material ferroviario.
En concreto, se trata de la Orden de Fomento que regula las condiciones para homologar el material rodante ferroviario y los centros de mantenimiento, y que fija las tasas por certificación, que acaba de entra en vigor tras su reciente publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Una vez listo este texto, ahora sólo queda por aprobar la normativa sobre titulación y habilitación profesional del personal ferroviario. Con ella, se cerrará el desarrollo normativo de la Ley Ferroviaria y se abrirá la puerta a la introducción de competencia real en el sector que inició su liberalización con la entrada en vigor de esta Ley en enero de 2005.
Fuentes del Ministerio de Fomento informaron a Europa Press que la norma sobre personal está actualmente en elaboración, pero declinaron establecer una fecha aproximada para su aprobación.
Continental Rail (ACS) y Comsa Rail Transport son las dos empresas que ya tienen licencia de operador ferroviario y están a la espera de que concluya este desarrollo normativo para poder comenzar a competir con Renfe en transporte de mercancías.
Fomento trabaja también en la ley por la que constituirá el Comité de Regulación Ferroviaria, organismo independiente del Ministerio que vele por la libre competencia del sector. No obstante, su creación no es condición imprescindible para que estos nuevos operadores entren en el mercado, dado que el nuevo Comité sustituirá al que ya existe dentro del Departamento que dirige Magdalena Alvarez.
GARANTIZAR LA SEGURIDAD.
En cuanto a la normativa sobre homologación de material ferroviario recientemente aprobada, tiene como objetivo último contribuir a garantizar la seguridad de este modo de transporte mediante el establecimiento de los requisitos y condiciones mínimas que los trenes deben reunir para poder circular.
En concreto, la orden dice que todo vehículo ferroviario que vaya a circular por la red deberá disponer una autorización de puesta en servicio de la Dirección General de Ferrocarriles y otra del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) que garantice que cumple un conjunto de especificaciones técnicas de homologación.
La normativa reserva al Adif capacidad para retirar la autorización de circulación de un tren si su propietario no cumple las condiciones de mantenimiento del vehículo o si en una inspección se detecta que presenta un menoscabo de las garantías de seguridad, fiabilidad y compatibilidad exigidas.
El texto también fija el procedimiento para homologar los centros de mantenimiento ferroviario y sus condiciones de funcionamiento.
En este sentido, una disposición transitoria de la norma obliga a Renfe a prestar a otras empresas ferroviarias y propietarias de trenes el servicio de mantenimiento de dicho material rodante en tanto no exista en el mercado otra oferta alternativa.
En cuanto al material ferroviario con que actualmente opera Renfe, la Orden de Fomento le reconoce como "validado y autorizado a circular", si bien emplaza a la compañía ferroviaria a presentar en un plazo de dos años una relación de todo su parque y el plan de mantenimiento para obtener la autorización de circulación.
