Economía/Turismo.- El Banco de España cree necesario realizar "ajustes estructurales" para reactivar el sector turístico

Actualizado: martes, 19 enero 2010 18:50

Prevé cierta recuperación de la demanda para 2010, si bien advierte de que a España "le costará más" que a otros países europeos


MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

El director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, aseguró hoy que la "única manera" de activar el sector turístico es realizar ajustes estructurales a nivel de Gobierno central, comunidades autónomas, ayuntamientos y empresas, que permitan explotar las ventajas comparativas de la oferta española para buscar oportunidades de mercado, en un contexto que "no va a ser particularmente boyante".

"Es obvio que el turismo sufre una tendencia decreciente subyacente que no ha sido determinada por la crisis sino que está ahí", señaló Malo de Molina en el marco del V Foro de Liderazgo Turístico de Exceltur en un debate moderado por el presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), Emilio Ontiveros, en el también intervino el director del Servicio de Estudios del Grupo BBVA, José Luis Escrivá y el jefe del Servicio de Estudios de La Caixa, Jordi Gual.

Para Malo de Molina, "no basta ya con las políticas de estímulos para salir de la crisis" sino que se debe afrontar "un ajuste fiscal muy ambicioso", que reconoció será difícil articular, y que la mayor parte vendrá por la vía del gasto público. "Puede ser inevitable subir algún impuesto como el IVA, que puede ayudar, aunque a nadie se le escapa que puede también inducir alguna dificultad adicional", admitió.

En esta línea, consideró que el problema a partir de ahora es el diseño de una política económica que sea capaz de crecer y ser sostenible por sí misma y que a España "le costará más gestionar".

Tras señalar que la recuperación de la demanda en Europa será "modesta", si bien con peculiaridades dependiendo de los mercados, Malo de Molina afirmó que la demanda del turismo hacia España pasará de las actuales tasas de contracción del 10% a unas tasas "moderadamente positivas" con algún tipo de crecimiento en 2010. Eso sí, recalcó que le costará más que a otros países europeos.

"España va por detrás de la recuperación porque a la crisis internacional se unen nuestros propios problemas que llevan a una ajuste más profundo y que durará más tiempo", señaló.

Por ello, indicó que el turismo todavía pesará durante este año porque a las familias españolas les va a costar recuperar el nivel de consumo, al presentar todavía un "nivel de endeudamiento bastante elevado", "El consumo interior seguirá pesando en el sector", insistió.

Ante un panorama de "incertidumbre", el directivo del Banco de España señaló que la evolución será diferente, dependiendo de los mercados, de forma que Centroeuropa está mejor colocada que el mercado británico y que la recuperación en Francia parece "más briosa", ya que el mercado de trabajo todavía no ha impactado en la confianza de los consumidores.

"La economía mundial ha sufrido un colapso en 2009, que no es repetible, y esto es un mensaje de alivio, porque parece que lo peor ha pasado, pero la salida está siendo frágil y dubitativa y no todos los riesgos han desaparecido", advirtió.

Así, explicó que la segunda mitad del año pasado fue de relativo crecimiento, viniendo de la época de la que venimos, pero se ha basado en las ayudas gubernamentales y "no es seguro" que este ritmo de recuperación se pueda proyectar de cara a 2010.

"LO PEOR HA PASADO", AUNQUE TODAVÍA HAY RIESGOS.

Ontiveros resumió lo discutido entre Malo de Molina y Escrivá en tres puntos: aunque "lo peor ha pasado" no hay un horizonte a medio y largo plazo de recuperación, ya que éste es "vulnerable" y depende de "muchos hilos" que tienen que ver con los estímulos públicos; la normalización del crédito todavía está "en ciernes" y serán las empresas las que deban afrontar una mayor discriminación a la hora de la obtención de financiación.

"De las políticas económicas esperamos poco, salvo que no aumenten las cargas tributarias, ni se aumente el gasto público, por eso será clave que las empresas turísticas busquen mecanismos de diferenciación y modernización de la oferta para ajustarse a una demanda menos intensa y más exigente y sombreada por destinos alternativos que actuarán como elemento de presión de nuestra oferta", concluyó.