García Díaz sobre las pensiones: "Durante la época expansiva, no se tuvo en cuenta la sostenibilidad financiera"

Miguel Ángel García Díaz
Foto: EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 27 febrero 2015 14:28

MADRID, 27 Feb. (EDIZIONES) -

El profesor colaborador de Economía aplicada de la URJC de Madrid, Miguel Ángel García Díaz, habla para Europa Press sobre el sistema de pensiones español, así como de la situación de los ciudadanos ante él.

Su participación en el Comité de Expertos sobre la reforma de las pensiones de 2013 generó 'confusión', porque a su vez era el director del Gabinete Económico en CC.OO. Su voto a favor de dicha reforma, cuyo informe presentaba un mecanismo doble para recortar las pensiones públicas, generó malestar en el sindicato, ya que era contradictorio con la posición oficial del mismo.

- Desde su punto de vista, ¿cuáles son los principales objetivos que debe cumplir el sistema de pensiones español?

El objetivo de un sistema de pensiones es garantizar una pensión que permita mantener un nivel de vida estándar con el menor coste y riesgo posible, pero incluyendo en la garantía no solo la actual generación, sino también las siguientes.

- ¿Cree que durante la crisis (antes y después de la última reforma) ha habido margen para subir aún más las pensiones?

El número de pensiones y su cuantía media no han dejado de crecer desde 1985. Las decisiones sobre pensiones públicas adoptadas durante la etapa expansiva no tuvieron mucho en cuenta la sostenibilidad financiera que necesita un sistema de pensiones de reparto. Los intereses a corto plazo prevalecieron sobre los de largo y, además de no asumir la responsabilidad de tomar medidas, se hizo muy mala pedagogía con la sociedad española al no plantear la cuestión en los términos correctos.

- Dada la actual situación económica española, ¿el modelo utilizado es el adecuado en el largo plazo o habrá que volver a reformarlo?

Con la actual normativa, incluido el índice de revalorización anual de las pensiones que funciona bajo el criterio de equilibrio entre ingresos igual a gastos modulados en un periodo de 11 años (el verdadero factor de sostenibilidad), la cuantía de las pensiones públicas del futuro está en manos de las decisiones soberanas de la sociedad española. Si un partido quiere gastar más en pensiones lo único que tiene que hacer es buscar los ingresos necesarios para asumir las obligaciones.

La norma ha reducido la discrecionalidad del uso del poder para aumentar el gasto prometiendo solucionar en el futuro un hipotético problema de los ingresos mientras acumula déficits en el sistema contributivo de manera continuado. Este planteamiento de "subo las pensiones y ya veré como lo pago" mejora la situación de una cohortes en perjuicio de las siguientes, que con toda seguridad se verían abocadas a abruptos recortes de sus percepciones para reducir el déficit.

- En su opinión, ¿qué mejoras quedaron pendientes tras la última reforma del sistema público de pensiones?

El trabajo pendiente del sistema de pensiones público español es determinar el nivel de suficiencia de las prestaciones futuras ante una coyuntura extraordinaria, la llegada a la jubilación de la generación del 'baby boom'. De manera progresiva, pero con especial intensidad a partir de 2025, el número de pensionistas aumentará hasta alcanzar un mínimo del 70% sobre la cifra actual (7 millones adicionales).

La sociedad española debe decidir cuál es la transferencia de renta que quiere realizar a esta generación concretada en el gasto anual en pensiones. La cuantía media de la pensión dependerá de esa decisión. Conviene recordar que aunque el periodo sea largo, cuando desaparezca esa generación la presión del gasto en pensiones derivado del número de beneficiarios se reducirá significativamente.

- Está claro que el sistema de pensiones tiene visos de ser más solvente tras dicha reforma pero, ¿los pensionistas se han visto beneficiados por ella?

Todas las reformas adoptadas desde 1985 han favorecido a los pensionistas y a la economía española al dotar a ambas de más estabilidad y credibilidad, pero las dos últimas reformas favorecen aún más a los pensionistas sin diferenciar generaciones, porque refuerzan un sistema público de reparto sostenible en el tiempo. El sistema cumplió 100 años hace no demasiado, pero su objetivo principal debe ser cumplir 200.

- ¿Se ha explicado suficientemente bien a los ciudadanos la reforma de las pensiones?

La sociedad española sigue poco informada sobre un tema tan vital como es el sistema de pensiones. Es muy necesario abrir un verdadero debate en el que alejados de consignas e intereses partidistas se trate de forma extensa y profunda el futuro del sistema para que las personas puedan conocer las ventajas e inconvenientes de las distintas propuestas y manejar unas expectativas ciertas de una decisión que afecta mucho a su presente (pagos) y futuro (ingresos).

- ¿Qué papel van a jugar a partir de ahora los sistemas de ahorro privado para la pensión?

La decisión de ahorrar siempre debe ser valorada positivamente, también cuando se dirige a mejorar la renta finalizada la vida profesional remunerada. La clave estriba en que además de la voluntad individual es necesario alcanzar un nivel de renta anual que lo permita y el nivel medio de salarios en España no lo facilita a muchas personas. Ese es uno de los motivos por los que los sistemas privados han tenido tan pequeño recorrido hasta la fecha. Además la generación del 'baby boom' no tiene tiempo material para solucionar con un sistema privado de pensiones una hipotética decisión poco favorable a sus intereses materializada en un gasto en pensiones que rebaje sensiblemente la actual tasa de reposición entre pensión media y salario medio.

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