MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Promarca, Ignacio Larracoechea, ha abogado por defender y apostar por la innovación en los productos en el sector del gran consumo (alimentación, bebidas, droguería y perfumería personal), una industria que representa el 10% del PIB y emplea a más de un millón de personas.
"Defender la innovación es defender el interés general. El descenso de la innovación afecta a la demanda interior y destruye valor, lo que a su vez origina una espiral negativa de ausencia de incentivos para innovar, reducción de valor de las categorías de productos y descenso de la actividad económica y el empleo", ha explicado Larracoechea.
De esta forma, el presidente de Promarca reitera que "sin innovación, sin tejido industrial y sin un mercado interno que facilite unas economías de escala y de costes a las industrias, el potencial exportador acaba sufriendo".
Según el 'Rádar de la Innovación de Kantar Worldpanel' 2014 ha sido el octavo año consecutivo en el que se ha registrado un descenso del lanzamiento de nuevos productos, que son los que aportan mayor valor económico y bienestar a los consumidores.
El informe, además, subraya que existen grandes cadenas que están desincentivando la apuesta por la innovación de las marcas del fabricante por su negativa a referenciarla.
Por otro lado, Ignacio Larracoechea se ha congratulado por el inminente Código de Buenas Prácticas, que está impulsando el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en colaboración con los eslabones de la cadena alimentaria.
"El Código de Buenas Prácticas es una gran oportunidad para corregir algunos de los problemas del sector. Todos los interesados, tanto el sector en su conjunto como las autoridades, pueden contribuir a corregir los desequilibrios con el fin de incentivar la inversión en el sector. Si logramos que las innovaciones lleguen a los consumidores en un marco de competencia leal, preservando así los incentivos de los fabricantes para innovar, la economía del país podría verse beneficiada", ha señalado.
Este compromiso no supone ningún perjuicio para los distribuidores y tampoco supone una intromisión desproporcionada en la libertad de comercio para los distribuidores, ya que se tratan de marcas que ya trabajan en su mayor parte, sino que supone un enorme beneficio para los consumidores, la innovación, el empleo y la economía en general.