MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los trabajadores de Clesa han denunciado que no han cobrado "ni un euro" del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) ni de la administración concursal que lleva el proceso de liquidación de la compañía perteneciente al conglomerado de Nueva Rumasa.
Según han informado a Europa Press fuentes conocedoras del proceso emprendido por el juez del Juzgado de lo Social número seis, Francisco Javier Vaquer, los empleados de Clesa en Madrid y Caldas de Reis (Pontevedra) no han cobrado las deudas contraídas con la compañía, ni las indemnizaciones de los despidos.
Los trabajadores afectados por estos impagos son unos 800, según estas fuentes, que han informado de que tras conversaciones con responsables del Fogasa han tenido conocimiento que "todavía no se han terminado de volcar" los datos de los trabajadores de esta compañía.
De todas formas, aún habiéndose 'volcado' estos datos no se habrían efectuado estos pagos, ya que estos responsables han transmitido que los fondos que manejan para 2011 está "agotado", y que los primeros pagos comenzarán a llegar a partir del próximo año.
El Fondo de Garantía Salarial tendría que haber abonado a estos trabajadores los pagos desde el pasado mes de diciembre hasta el pasado 31 de mayo, cuando entró la administración concursal, que se hicieron responsables de la deuda.
De esta forma se responsabilizaron a abonar los pagos con el dinero resultante de la liquidación de la compañía en un plazo de unos seis meses que termina a finales de enero, pero el contencioso entre los juzgados de Barcelona y Madrid para dirimir qué administración concursal se encargaría de la venta de Cacaolat retrasa la liquidación de la compañía.
El Tribunal Supremo deberá dictaminar sobre un recurso interpuesto desde Madrid para decidir finalmente si el dinero de la venta de Cacaolat de Barcelona pasa al concurso de Clesa de Madrid al ser propietaria del 95 por ciento de la compañía o si bien son los acreedores de Barcelona los encargados de gestionar el dinero para liquidar las deudas con los acreedores de la empresa catalana, y posteriormente las deudas de Clesa en Madrid.
(EUROPA PRESS ECONOMIA)
