MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
Ayer la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra portavoz, María Teresa Fernández de la Vega, y el presidente de Repsol YPF, Antoni Brufau, se reunieron en Bolivia. En este breve encuentro, que se prolongó por espacio de 20 minutos, De la Vega informó al máximo responsable de la petrolera sobre sus conversaciones con el presidente boliviano, Evo Morales, acerca de la situación de Repsol en el país andino y le trasladó el deseo de éste de llegar a un acuerdo.
El Club de Las Palmas Country, en Santa Cruz de la Sierra, fue el escenario de una reunión de la que Brufau salió muy satisfecho al conocer la predisposición del Jefe del Ejecutivo Boliviano de que la negociación salga adelante y finalmente se puede llegar a un acuerdo. Después de este fugaz encuentro De la Vega continuó su viaje oficial a Lima, el tercer país que visita dentro de su gira Iberoamericana.
La vicepresidenta informó a Brufau sobre las conversaciones que mantuvo con Morales acerca de la situación de las empresas españolas tras la nacionalización de los hidrocarburos decretada el pasado 1 de mayo por el Gobierno boliviano. Este fue sin duda el tema principal de la reunión que el pasado 2 de agosto mantuvieron en La Paz Morales y De la Vega.
En la rueda de prensa posterior a este encuentro Morales ya hizo pública su predisposición al acuerdo al afirmar que las negociaciones con Repsol "van hacia delante" y que espera lograr un acuerdo antes de que venzan los 180 de plazo que dio el Ejecutivo andino. Una postura optimista que ratificó la vicepresidenta española que insistió en la importancia de crear con este acuerdo un marco jurídico financiero positivo tanto para el Gobierno boliviano como para las empresas que les garantice a estas la seguridad jurídica.
"SOCIOS Y NO DUEÑOS"
En este sentido el presidente boliviano no quiso entrar a valorar cuál va a ser la situación en la que quedará Repsol tras la aplicación del Decreto de Nacionalización de Hidrocarburos aunque se esforzó en lanzar mensajes tranquilizadores para los inversores extranjeros. En todo caso Morales quiso dejar claro que Bolivia necesita "socios y no dueños".
El presidente andino recordó que ya han firmado acuerdos con Argentina y Venezuela y que jamás van a expropiar a nadie ya que su objetivo es hacer normas pero desde el diálogo. Un diálogo que deberá ser negociado con un interlocutor único entre el Gobierno de Bolivia y los empresarios, para afrontarlo con mayores garantías de acuerdo. Una idea que parte de los empresarios españoles y que De la Vega trasladó a Morales que aceptó la proposición.
