ZARAGOZA 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
Noruega, Islandia y Liechtenstein, a través de los fondos EEA Grants, vinculados al Espacio Económico Europeo, financian proyectos en Aragón con una ayuda superior a un millón de euros.
En concreto, se trata de 12 iniciativas, pero el número de personas beneficiadas es muy superior, ha informado EEA Grants. De esta forma, seis empresas de la Comunidad están desarrollando proyectos de investigación en energías y nuevos materiales respetuosos con el medio ambiente a dichos fondos.
Otra de las iniciativas es la del IES Rodanas de Épila (Zaragoza), uno de los nueve centros en toda España que ha implantado un Plan de Igualdad como experiencia piloto para el resto del país, con el objetivo de impulsar la igualdad de oportunidades desde la escuela.
Además, un total 21 mujeres de Calatayud (Zaragoza) han participado en un programa de formación para fomentar el emprendimiento femenino en sectores emergentes, de las que cuatro ya han creado su propia empresa.
También hay dos proyectos de investigadores de la Universidad de Zaragoza han sido becados para continuar su investigación en Noruega, Islandia o Liechtenstein.
Asimismo, una ONG de Zaragoza va a desarrollar una red para la sostenibilidad de organizaciones del tercer sector a nivel nacional y un aragonés ha participado en un intercambio artístico con Noruega.
En el conjunto de España, financian proyectos con 45 millones de euros en seis áreas: investigación en empresas de energía y medio ambiente, ONGs, becas para estudiantes e investigadores, igualdad de género y conciliación y cultura.
Los EEA Grants (Mecanismo Financiero del Espacio Económico Europeo) son la contribución de Noruega, Islandia y Liechtenstein al desarrollo europeo en el marco del acuerdo firmado con la UE, por el que comparten mercado único pero también valores y objetivos: reducir las desigualdades económicas y sociales en Europa y fortalecer la cooperación bilateral.
DIFERENCIA ENTRE LOS FONDOS
La diferencia entre los fondos tradicionales de la UE y los EEA Grants es, además de los países que los conceden, el destino de ese dinero.
En el caso de los fondos de Noruega, Islandia y Liechtenstein no son para grandes infraestructuras u obras públicas, sino que los destinatarios finales son pequeños proyectos que contribuyen a cambiar la vida de las personas de forma directa, en las áreas específicas en las que se han detectado más carencias.
El objetivo final es reducir la brecha económica pero también contribuir a estrechar relaciones bilaterales y a abrir futuras oportunidades para las empresas y los ciudadanos.