Una controladora justifica que un mes antes sufrió una caída aunque sólo se dio de baja el día en que se produjeron los abandonos masivos
PALMA DE MALLORCA, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
El jefe de división de recursos humanos de AENA en Baleares ha afirmado ante el juez que, antes de que éstos abandonasen de forma masiva sus puestos de trabajo el pasado 3 de diciembre, lo que provocó el cierre del espacio aéreo, uno de ellos le hizo un comentario "jocoso" al decirle que estuvieran preparados ante lo que "podía venir", lo que supone que se refería a las bajas simultáneas que tendrían lugar horas después.
Así lo ha puesto de manifiesto en calidad de testigo ante el titular del Juzgado de Instrucción número 1, Juan Catany, encargado de las investigaciones dirigidas a averiguar si los controladores incurrieron en delito al abandonar sus puestos, lo que achacan al estado de "nerviosismo" en el que se encontraban ese día debido al decreto aprobado por el Gobierno central por el que se modificaban sus condiciones laborales.
En su comparecencia, Antonio P. se ha ratificado en la declaración que ya prestó en sede de la Guardia Civil y ha recordado cómo los controladores se dieron de baja de forma "masiva y simultánea en veinte minutos", en concreto trece de los quince que comenzaban su turno a las tres de la tarde, mientras que los del turno de noche ya anunciaron que no acudirían.
Sin embargo, antes de que esto se produjera y tras finalizar la asamblea que los controladores tuvieron por la mañana -en la que presuntamente urdieron su estrategia-, uno de los controladores, Guillermo H., le comentó que se preparase ante lo que podía pasar, según han informado fuentes jurídicas a Europa Press.
Mientras tanto, también ha comparecido en calidad de imputada una controladora, María Isabel C., quien ha entregado numerosa documentación médica sobre su estado de salud para justificar que un mes antes del abandono masivo sufrió una caída en vacaciones y padecía fuertes dolores en la espalda, si bien únicamente se dio de baja el 3 de diciembre, día en que sucedieron los hechos. Tal y como ha manifestado, hizo el esfuerzo de seguir trabajando hasta que el día 3 se sintió indispuesta e incapacidada para permanecer en su puesto laboral.
Cabe recordar que la acusación particular que representa a más de 8.000 afectados por el cierre del espacio aéreo está estudiante solicitar fianza de responsabilidad civil para cada uno de los más de 70 controladores de Baleares que abandonaron de forma masiva sus puestos de trabajo, lo que se sumará a la indemnización de 10.000 euros que prevé solicitar en concepto de daños morales para cada pasajero afectado en las islas.
Así lo explicó el abogado Luis Vericat, socio del despacho Cremades & Calvo-Sotelo, quien precisó en declaraciones a Europa Press que para ello registrarán un escrito ante el juez instructor para pedir que los controladores depositen las cantidades que se les decrete o aseguren sus bienes a fin de que respondan al daño moral y material provocado. A partir de ese momento, el magistrado deberá dirimir si acuerda o no imponer la caución civil.
