MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las aerolíneas se muestran "muy preocupadas" por los retrasos aéreos registrados en las operaciones de las últimas semanas, que achacan a la actitud de los controladores, quienes estarían provocando una "impuntualidad tremenda" como medida de presión en el conflicto laboral que mantienen actualmente con Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).
Fuentes de las principales patronales del sector señalaron que la puntualidad se está viendo "seriamente afectada", pues en las últimas semanas se han alcanzado "valores críticos" del 45% y el 50%, con más de un centenar de vuelos cancelados en los siete últimos días.
La situación, de la que Eurocontrol ha advertido a las compañías aéreas que operan en España, constituye "un problema muy serio" del que los controladores "son responsables por mantener una permanente posición obstruccionista".
En este sentido, desde la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) realizaron "una valoración negativa" de la situación, en tanto que "el conflicto está generando un índice de retrasos muy significativo", tal y como apuntan "los datos objetivos aportados por Eurocontrol".
Ello se debería a un "incremento anómalo" en el número de bajas por enfermedad de los controladores, quienes además "solicitan horas sindicales precisamente en los momentos en que se producen mayores problemas en la gestión del tráfico aéreo".
"Dado que no existe una declaración formal de conflicto, como pudiera ser la declaración de una huelga, sólo nos podemos atener a los resultados para calibrar la situación", señalaron estas mismas fuentes.
AEROLÍNEAS Y PASAJEROS, AFECTADOS.
Por su parte, otras fuentes del sector alertaron de que la situación está provocando "unos costes extras enormes" para las aerolíneas, pues además de los gastos por consumo de combustible y la pérdida de horas de trabajo, han de ocuparse también de la atención a los pasajeros afectados.
A ello se suma el hecho de que los retrasos se produzcan con la llegada de la temporada alta, en la que las compañías aéreas esperaban "resarcirse de la difícil situación" que han atravesado en los últimos meses por la crisis económica y la nube de ceniza volcánica. "No tenemos el horizonte nada claro", apostillaron.
En este sentido, desde ALA también subrayaron la incertidumbre existente en el sector por la evolución de la actual situación, aunque se mostraron preocupados debido a que "las posiciones parecen estar muy enfrentadas".
