HRW denuncia que el régimen sirio empleó munición real contra presos amotinados en Homs y pide acceso a las cárceles

Asegura que el Gobierno desplegó francotiradores para poner fin a una revuelta y mató a varios reclusos, incluidos hijos de presas

Rebeldes Sirios, Miembros Del Ejército Libre Sirio
REUTERS
Europa Press Sociedad
Actualizado: viernes, 27 julio 2012 20:37

NUEVA YORK, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

Human Rights Watch ha denunciado este viernes que las fuerzas del régimen de Bashar al Assad respondieron a un motín en una prisión de Homs el pasado 21 de julio empleando munición real contra los presos, entre otros métodos violentos, por lo que ha exigido al Gobierno sirio que permita el acceso de los observadores de la ONU a las prisiones de esta región y de Alepo.

En un comunicado, la ONG defensora de los Derechos Humanos ha explicado que un preso identificado como Samir y recluido una la sección antigua de la prisión central de Homs ha relatado cómo las fuerzas de seguridad sirias rodearon el centro penitenciario tras el motín, cortaron los suministros de agua y alimentos y dispararon con balas reales y con gases lacrimógenos contra los reclusos. El saldo de la represión del régimen fueron siete muertos, icnluidos tres niños. Un activista ha elevado el balance a diez fallecidos.

HRW ha recordado que el Consejo Nacional Sirio, uno de los principales órganos opositores, denunció que las fuerzas de seguridad también utilizaron munición real y gases lacrimógenos para poner fin a una manifestación de presos en la prisión central de la ciudad de Alepo el pasado 23 de julio.

"La incertidumbre sobre el destino de los presos de Homs y Alepo muestra la urgente necesidad de que los observadores de Naciones Unidas puedan acceder a las prisiones e informar públicamente sobre sus conclusiones", ha afirmado la directora para Oriente Próximo de la ONG, Sarah Leah Whitson.

En su opinión, el Gobierno sirio "debería ser consciente de que la comunidad internacional le vigila y que cualquier represión violenta contra las prisiones no quedará impune". El preso Samir ha explicado que la revuelta en la cárcel principal de Homs comenzó cuando el general jefe del centro se negó a dar autorización a los reclusos para que pudieran hacer fuera de las celdas el rezo nocturno del Ramadán. Los presos se enfadaron con las autoridades por no darles permiso para orar en el exterior, ya que la prisión está sobresaturada y en el interior no hay espacio suficiente para poder rezar, con unos quince hombres por celda.

"No podemos sentarnos ni dormir, ¿cómo vamos a poder rezar? Los prisioneros comenzaron a gritar 'Alá es grande' y, tras unos pocos minutos, todo el edificio, que está junto al módulo de los presos por tráfico de drogas, comenzó a gritar 'Alá es grande", ha relatado.

Posteriormente, los reclusos comenzaron a romper las ventanas y el mobiliario de las celdas y lanzaron los radiadores contra el muro que les separa del módulo de los narcotraficantes, según Samir. "En cuestión de horas, los prisioneros pudieron escapar de sus celdas rompiendo las puertas y los muros. La reacción del personal de seguridad fue huir. Ni siquiera intentaron pararnos", ha explicado. Cuando los reclusos ya habían tomado el control de ese edificio, el módulo más antiguo de la prisión, algunos de ellos decidieron subir a la azotea para poder respirar a cielo abierto, momento en que las fuerzas de seguridad dispararon contra uno de ellos, que murió al instante.

Tras esos primeros disparos, los agentes dispararon contra las ventanas y desplegaron a sus francotiradores en un depósito de agua situado a una altura de 20 metros en el patio de la prisión, desde el cual podían alcanzar todas las posiciones de los reclusos.

Un activista que ha estado en contacto con varios presos ha relatado a HRW que los reclusos contaron con apoyo de militares desertores que se enfrentaron a las fuerzas de seguridad. Ese día, el 21 de julio, se cerró con otros tres muertos y, un día después, los altercados también se registraron en el módulo de mujeres y sus hijos.

El recluso contactado por la ONG estadounidense ha asegurado otros dos presos murieron el día siguiente por la represión y tres niños perdieron la vida intoxicados por los gases lacrimógenos. En esos dos días de altercados, 16 presos resultaron heridos y las autoridades penitenciarias "no permitieron el acceso de la Media Luna Roja para darles atención médica", según Samir.

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