Actualizado 01/02/2008 18:23

La Vida Importa afirma que el Gobierno pretende que "hagan lo que hagan" las clínicas de abortos, "no sea delito"

MADRID, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -

El portavoz de la Plataforma La Vida Importa, Juan Sánchez Galera, calificó hoy de "lamentable" que los ministros de Sanidad y Justicia "tomen las nuevas medidas sobre el aborto después de reunirse con representantes de las clínicas" y aseguró que el Gobierno pretende que "hagan lo que hagan, no sea delito".

"Además de los procesos judiciales contra clínicas que han salido a la luz, hay más que se enfrentan a pleitos", aseguró, lo que eleva su número "al 30 por ciento" de todas las que existen en España. "Las demás no se enfrentan a pleitos porque no han sido investigadas", afirmó.

Los centros de abortos "están siendo juzgados por graves irregularidades", señaló Sánchez Galera, asegurando que "quienes han estado vulnerando el derecho de las mujeres a la confidencialidad han sido las clínicas, que han arrojado a la basura datos privados de las mujeres".

A su entender, el Gobierno propone "reformas legales" para clínicas "acusadas de infanticidio, de tirar restos de fetos a la basura, entre otros delitos". "Se trata de que hagan lo que hagan no sea delito", aseguró Sánchez Galera. El Gobierno quiere "permitirlo todo, para que puedan hacer lo que les dé la gana", dijo.

"La ley es igual para todos", señaló el portavoz de la Plataforma La Vida Importa, y aseguró que "el derecho a la vida está por encima de los que practican el aborto". "No se puede amoldar las leyes a la gente que podría estar vulnerando la ley", señaló.

La Plataforma la Vida Importa es una iniciativa de diferentes personas y asociaciones que tiene entre sus objetivos proporcionar alternativas para la mujer embarazada, y defiende que la mayoría de las mujeres que abortan lo hacen obligadas por miedo a su entorno familiar o a perder el puesto de trabajo. Busca además que se acabe "el fraude abortista", y que los certificados psicológicos válidos para abortar dejen de estar en manos de los propios centros de abortos.