Actualizado 12/03/2008 17:07

Condenan a 27 años de cárcel al individuo que violó y mató a una anciana en Dos Hermanas (Sevilla)


SEVILLA, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a 27 años de prisión al individuo de 49 años acusado de robar, violar y asesinar a una anciana de 82 años, en su domicilio de la localidad sevillana de Dos Hermanas.

Fuentes del caso explicaron a Europa Press que la juez ha impuesto al procesado 15 años de cárcel por asesinato y otros 12 años por la agresión sexual, es decir, siete años menos de los que solicitaba el Ministerio Público.

Asimismo, el ahora condenado deberá pagar 30.000 euros en concepto de indemnización y una multa de 180 euros --a razón de seis euros diarios durante un mes-- por una falta de hurto, ya que robó un collar de la fallecida.

Los hechos tuvieron lugar, según defendió el fiscal en el juicio, el día 3 de abril de 2007, cuando el procesado, que frecuentaba el inmueble de la víctima, abordó a la anciana "con la intención de dar satisfacción plena a sus instintos sexuales". Así, "tratando de vencer su resistencia inicial la sujetó fuertemente por los brazos y la golpeó en la cabeza reiteradamente".

Posteriormente, el individuo "separó las piernas" de la citada mujer y "la penetró vía vaginal". Una vez consumada la agresión sexual, el acusado "agarró por el cuello" a la víctima y "presionó fuertemente con ambas manos, estrangulándola hasta la muerte".

EL JUICIO.

En la vista oral celebrada en la Audiencia Provincial de Sevilla, el inculpado juró que "jamás en la vida le pondría una mano encima a una persona" y explicó que cuando sucedieron los hechos llevaba un mes viviendo con la víctima y con otras dos personas pues, según añadió, le daba "pena" y "la ayudaba a comer y a levantarse o acostarse porque estaba incapacitada".

De esta manera, el acusado, que según dijo padecía adicción "al alcohol y a la cocaína", negó en todo momento que mantuviera contactos sexuales con la víctima. "Sé lo que son las personas mayores porque tuve experiencia con mis padres y jamás le pondría una mano encima a nadie", concluyó.

Posteriormente, uno de los sobrinos de la anciana, que prestó declaración en calidad de testigo, afirmó que su tía, "aunque tenía una pensión de 1.200 euros, gastaba muy rápido el dinero probablemente porque las personas que estaban con ella facilitaban el gasto".

"En el año 2000 vino a buscarme con la cara morada porque le habían dado una paliza y dos meses antes de morir le pasó lo mismo", subrayó el familiar, quien manifestó que "ella se mezcló con ese grupo de personas para huir de la soledad".

Finalmente, aseveró que su tía "tenía bastantes cordones de oro y medallas que le fueron desapareciendo poco a poco. Sólo le quedaba un cordón con la foto de su marido".

Otro de los testigos, el dueño de un bar que el acusado frecuentaba junto con la mujer y el hombre que también vivían en el inmueble de la fallecida indicó que al día siguiente del suceso escuchó a dicha mujer recriminándole al imputado que "la Policía le estaría buscando por haberla matado".

Por otro lado, los médicos forenses que analizaron el cadáver de la anciana confirmaron que la víctima presentaba lesiones "típicas" de violación y de estrangulamiento. Asimismo, ratificaron la existencia de varios hematomas tanto en la cara de la víctima, como en las extremidades y en la zona vaginal, donde además había una "pequeña" hemorragia.

En este sentido, los facultativos afirmaron que los hematomas de los brazos son "típicos de una lucha", mientras que las lesiones de la vagina son las propias de una "penetración". Finalmente, apuntaron que el estrangulamiento fue la causa del fallecimiento.

Por su parte, los dos médicos que realizaron un informe biológico sobre muestras recogidas de la fallecida indicaron que dicha mujer presentaba piel en una de las uñas de la mano izquierda, cuyo ADN coincide con el del acusado.