Publicado 12/02/2023 11:19

Mujeres entre 26 y 50 años, las más vulnerables ante la violencia de género digital

Participantes en la jornada 'LIDEResa'
Participantes en la jornada 'LIDEResa' - IMADES COMMUNICATION

   MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Mujeres entre 26 y 50 años son las más vulnerables ante la violencia digital. Este es uno de los datos que se ha puesto de manifiesto en la II edición de LIDEResA, una iniciativa puesta en marcha con el objetivo de valorar el talento de las mujeres y su liderazgo en todas sus vertientes, así como visibilizar aquellas situaciones que dificultan la consecución de una igualdad de género real y efectiva en la sociedad.

   En la última jornada, celebrada en el espacio Talent Garden de Madrid, se ha puesto el foco en el potencial de las nuevas tecnologías para cometer conductas delictivas contra las mujeres, aunque se ha precisado que "el problema no son las nuevas tecnologías, sino los agresores".

   Representantes de organismos oficiales que trabajan en la prevención y atención de la Violencia de Género Digital, sociólogas y comunicadoras expertas en género y creadoras de contenido digital que han sufrido en primera persona esta situación se reunieron para hablar de un fenómeno creciente y tremendamente preocupante en nuestro país como es la Violencia de Género Digital.

   Esta consiste en daños o sufrimiento de índole física, mental o sexual, ciberamenazas, coacciones y otras formas de privación de libertad digital contra las mujeres a través de la tecnología con la finalidad de dominación e intromisión sin consentimiento a su privacidad como forma de control.

   Los ponentes han puesto el foco en el problema de impunidad para los agresores "a cuya situación contribuye las particularidades que tiene el medio digital, especialmente las redes sociales, donde existe ausencia de contacto directo con la víctima, se permite el anonimato y hay escasez de vigilancia.

   Así lo manifestaron Beatriz Bonete, socióloga e investigadora, experta en género y co-fundadora de NosotrAs Estudio; y María Garzón, Socia Fundadora de iMades Communication y Responsable de Marca Personal, Mujer y Liderazgo. Esta última comentó que "la tecnología avanza

   sin tener en cuenta las cuestiones éticas y las connotaciones machistas, y la gran mayoría de las veces, la tecnología avanza más rápidamente que la ley".

   Por su parte, Bonete explicó cómo "la violencia digital es una extensión de la violencia machista, solo que el medio digital la amplifica, modifica y se vuelve más virulenta con los agravantes que ello causa en las víctimas".

UN FENÓMENO INVISIBLE QUE CRECE IMPARABLE

   De las dimensiones que adquiere la violencia de género digital en España se habló en una primera mesa de debate en la que intervinieron representantes de instituciones que trabajan en la prevención y persecución de este tipo de violencia.

   En ella participaron la Fiscal de Sala de Violencia sobre la Mujer Teresa Peramato quien ha asegurado que "desde la Fiscalía se observa que los delitos relacionados con el acoso, con el derecho a la intimidad, a la integridad moral y a la libertad sexual son los que menos se denuncian", un hecho que cree que puede achacarse a que las mujeres no son conscientes de la violencia que sufren o porque se encuentran en una situación de vulnerabilidad extrema y tienen miedo a hacerlo.

   Otra barrera que lastra el trabajo en la materia es, como reconocieron desde las instituciones, que la realidad de la violencia de género digital va a una velocidad mucho mayor que la legislación. Los ponentes han destacado que se han producido avances legislativos importantes en los últimos años, como la Ley orgánica de garantía integral de libertad sexual, aunque han apuntado que son necesarias normas penales que incluyan esas conductas como delito para proteger a las víctimas y evitar que haya espacios de impunidad para los agresores.

   Al respecto, el teniente Daniel Moreno detalló que en 2022 se crearon los equipos de violencia de género, equipos VioGén, para ofrecer atención especializada a las mujeres. A día de hoy, hay 635 agentes que pertenecen a estos equipos y 235 equipos VioGén por todo el territorio nacional, un número que ha crecido en los últimos meses. Del mismo modo, los EMUMES (Equipo de Mujer- Menor) son punto de atención especializada y hay 730 especialistas que están repartidos en 270 equipos.

   Por su parte, Sindy Takanashi, comunicadora contra las violencias machistas y presentadora del podcast 'Queridas Hermanas', centró su discurso en las devastadoras consecuencias que genera este tipo de violencia para las víctimas, pues muchas de ellas se ven obligadas a abandonar el entorno digital, a "morir digitalmente", lo que genera graves secuelas psicológicas, sociales y económicas que impactan en todas las esferas de su vida.

   En la misma línea se mostró María Sánchez, 'Miare', creadora de contenido digital y directora de producción, quien compartió su testimonio y denunció que, "en la actualidad, la ausencia de

   información sobre Violencia de Género Digital es en realidad falta de interés". Ella ha sufrido violencia de género digital y comentó que "entre las creadoras de contenido está interiorizado el que utilizar los canales digitales de forma profesional conlleve un riesgo, cuando nunca esto debería justificar cometer este delito".

   El presidente del Observatorio Español de Delitos Informáticos (OEDI), Salvador Samper, aportó cifras para conocer la tipología de delitos más frecuente, siendo el software espía, las amenazas, las coacciones y el acoso algunos de ellos, mientras que WhatsApp es el canal más empleado por los agresores. En cuanto al perfil de las víctimas, las mujeres de entre 26 y 50 años son más vulnerables en el entorno digital, si bien afecta a todo rango de edad y se produce de forma continua.

   También detalló la labor de prevención que realizan desde el organismo que preside, cuyo objetivo es atender a las víctimas de manera temprana, escucharlas y asesorarlas, por ejemplo, en las unidades de Atención Temprana a las Víctimas (ATV).

   Para dar un paso más en el camino que queda por delante cree que "hay que crear un comité ético por parte del tercer sector, de la sociedad, para poder sentarnos con las compañías tecnológicas y con los órganos decisores de las empresas para que conozcan la situación".

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