MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un niño de siete años de edad ha fallecido este martes en el campamento de refugiados sirios de Zaatari, ubicado en Jordania, a consecuencia de un incendio en su tienda. En el suceso han resultado heridos su padre y sus dos hermanos, de nueve y cinco años.
Zaatari, cerca de Mafraq, es el único campamento de refugiados del país y supera ampliamente su capacidad para 60.000 personas. En las últimas semanas, las autoridades han acelerado sus esfuerzos para abrir un segundo campamento cerca de la localidad de Zarqa, pero el proceso se ha estancado debido a la falta de financiación.
Este mismo martes, la Guardia Fronteriza jordana ha cifrado en 189.000 el número de sirios que han entrado en el país desde el inicio de 2013, según ha informado el diario 'The Jordan Times'. En base a los datos publicados por el Gobierno, el 42 por ciento del total de refugiados son niños.
El comandante a cargo de la Guardia Fronteriza, Hussein Zioud, ha resaltado que, en total, 210.000 sirios han entrado en el país de forma ilegal desde el inicio del conflicto en el país árabe en marzo de 2011.
Por su parte, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) cifra en cerca de 222.000 el número de refugiados sirios registrados en Jordania, el país que acoge mayor número de ciudadanos sirios en base a sus datos por delante de Líbano (189.000) y Turquía (182.600).
Debido al incremento del número de entradas ante el incremento de los enfrentamientos entre rebeldes y fuerzas de seguridad cerca de la frontera con Jordania, Zioud ha resaltado que la Guardia Fronteriza necesita más autobuses y artillería para transportar y proteger a los refugiados.
"La función de las fuerzas (de seguridad) es darles asistencia, protegerles y facilitarles el traslado seguro al campamento de refugiados", ha destacado. En un primer momento, los refugiados son trasladados a albergues temporales. "Posteriormente, las fuerzas (de seguridad) comprueban sus pasaportes y documentos, tras ello, les trasladan al campamento", ha agregado.
En este sentido, ha indicado que alrededor de 850 oficiales trabajan diariamente para transportar a los refugiados, utilizando un total de 450 vehículos. En la frontera hay instalados 45 puntos de asamblea a los que los refugiados sirios se dirigen para entrar al país.
A mediados de enero, el Gobierno jordano señaló que está preparado para cerrar su frontera con Siria "como último recurso" en caso de que el conflicto en el país amenace con expandirse o si la situación humanitaria se agrava, aunque subrayó que mantendrá por el momento las puertas abiertas a los cientos de refugiados que llegan al país a diario.
"Va en interés de nuestra seguridad nacional, y estamos preparados para cerrar la frontera si, Dios no lo quiera, estalla la anarquía en Siria o se alcanza un nivel sin precedentes de crisis humanitaria", dijo el portavoz del Gobierno, Samih Maaytah, quien es también ministro de Estado y Comunicación. "Sin embargo, si la situación continúa como hasta ahora, mantendremos las fronteras abiertas", agregó.
En este mismo sentido se pronunció el primer ministro jordano, Abdulá Ensur, quien resaltó que Amán no permitirá la entrada de más refugiados al país en caso de que se produzca un mayor deterioro de la crisis política en Siria.
"Preferimos que los sirios permanezcan en su tierra. Es mucho mejor para sus países y no les animaremos a hacer lo contrario", manifestó Ensur, antes de agregar que las autoridades jordanas evitarían la entrada de refugiados a través de la creación de una 'zona tapón' entre ambos países.
Naciones Unidas calcula que desde marzo de 2011, cuando comenzó el levantamiento popular contra el Gobierno de Bashar al Assad, unas 70.000 personas han muerto a causa de los combates entre las fuerzas gubernamentales y rebeldes en Siria.
