Actualizado 20/02/2012 18:38

Agua.- Reino Unido vive su peor sequía en 35 años y estudia medidas para tratar de evitar los cortes de suministro

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EUROPA PRESS


MADRID, 20 Feb. (Reuters/EP) -

Grandes áreas de Gran Bretaña se están enfrentando a la sequía este año, después de que los niveles de agua estén alcanzando mínimos nunca vistos desde hace 35 años, lo que podría llevar a restricciones de consumo a granjeros y domicilios.

Así, ríos, canales y reservas de agua están disminuyendo de nivel después de un segundo invierno seco, que en algunas áreas ha provocado un descenso del 70 por ciento respecto a los niveles normales.

Por este motivo, varios ministros británicos se han reunido este lunes con empresas de agua, con la Agencia medioambiental del Reino Unido, con meteorólogos y con varios miembros del sector agropecuario para estudiar medidas para mitigar el impacto de esta sequía y adoptar medidas de prevención de cara a situaciones futuras del mismo calibre.

"Desafortunadamente, hay un alto riesgo de que varias zonas del país estén casi seguramente en situación de sequía el próximo verano", ha lamentado la secretaria de Medio Ambiente, Caroline Spelman.

Mientras Escocia ha experimentado sus lluvias más fuertes desde que hay registros hace 100 años, Gales y el noreste de Inglaterra han resultado relativamente húmedos, mientras otras partes de Inglaterra han experimentado los 12 meses más secos de la historia, particularmente en el centro y este de Inglaterra, que son las zonas más afectadas.

Concretamente, el centro de Inglaterra ha tenido aproximadamente un 70 por ciento menos de precipitaciones de lo normal y dos empresas de agua, Anglian Water y Southern Water, se han visto obligadas a aplicar permisos de sequía, por lo que se les ha autorizado a extraer agua de nuevas fuentes.

Así, South East Water ha aplicado su orden de sequía, lo que va más allá y restringe el uso del agua que no sea para consumo esencial, de modo que unas 65.000 propiedades están en riesgo de que les sea cortado el suministro.

A no ser que Inglaterra registre nuevas lluvias, muchas de las viviendas se verán afectadas por el razonamiento de agua, tales como la prohibición del uso de mangueras, aunque las autoridades todavía no están hablando a la gente de tener que hacer cola para el agua, tal y como ocurrió en numerosas partes de Gran Bretaña durante la ola de calor de 1976.

EL PRECIO DE LOS ALIMENTOS PODRÍA SUBIR

Igualmente, existe la preocupación de las autoridades del incremento del precio de los alimentos en que la sequía podría derivar, ya que la producción de trigo está dañada, así como otro tipo de comestibles.

"Así como el año pasado los principales afectados por la sequía del invierno eran los granjeros, creo que es más fácil que la demanda de agua pueda resultar afectada, a no ser que se produzcan lluvias sustanciales desde este momento hasta el verano", ha comentado Spelman a la cadena de radio BBC.

Asimismo, ha dicho que la prohibición del riego con mangueras solo ha sido una forma de prevención porque el agua de la industria ha invertido en reducir sus consumos en un 36 por ciento desde mediados de 1990.

Por ello, en la reunión de este lunes se discutirá cómo las empresas de agua pueden detectar mejor sus fugas de agua, cómo los granjeros pueden compartir los recursos hídricos y cómo los ganaderos pueden mejorar sus previsiones de pienso. Según Spelman, los transportes de agua a las áreas afectadas podrían no ser incluidas en la agenda, por su elevado coste de trasvase a gran distancia.

El departamento de Medio Ambiente está trabajando también con los sectores agropecuario y alimentario para mejorar las tecnologías de irrigación y alcanzar una mejor eficiencia del uso del agua para evitar que la sequía afecte a la producción.