Actualizado 25/10/2007 16:02

Al Gore dice que España, país que corre más peligro por el cambio climático, comienza a liderar las energías renovables

GIJÓN, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

El galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2007, Al Gore, alertó hoy, durante su conferencia en el teatro Jovellanos de Gijón 'Una verdad incómoda', del riesgo que corre España ante el cambio climático, aunque destacó que está empezando a mostrar liderazgo en energías renovables. Al Gore, ex vicepresidente de los EEUU, animó a su país y a España a combatir este "desafío global", que provocará la desaparición de muchas ciudades, 450 millones de desplazados por inundaciones y la reaparición de enfermedades nuevas por el efecto en los hábitos de insectos.

Respecto a España, destacó que es la segunda en producción de energía eólica y la que cuenta con la mayor planta del mundo de energía térmica solar. Además, el 12 por ciento de la energía que se genera proviene de renovables. En su opinión, podría llegar a convertirse en una gran exportador de energía limpia. A nivel mundial, recordó que EEUU y Australia están fuera de Kioto, aunque auguró que esta situación cambiará, dada la proximidad de las elecciones en el segundo país, y el cambio de mentalidad que está produciéndose en el primero, con 660 ciudades americanas comprometidas ya con Kioto.

Para el reciente ganador del Premio Nobel, estamos ante una "situación de emergencia planetaria". Según él, debe ser combatido al igual que se hizo con la esclavitud o la desigualdad de la mujer, por ejemplo, y destacó que España fue "una inspiración para el mundo" al conseguir impulsar la democracia. Por ello, animó a "crear un nuevo nivel de conciencia" y rechazó que la solución sea colonizar otros planetas, ya que la Tierra --dijo-- "es nuestro hogar y hay que defenderlo". "Tenemos todo lo que hace falta para resolverlo, excepto la voluntad política", apostilló.

Al Gore explicó que el aumento de emisiones de CO2 en las últimas décadas conllevó al incremento en las temperaturas, tanto terrestres como oceánicas, con el consiguiente deshielo que hace crecer el nivel del mar y aumentar la acidez de los océanos.

A través de gráficas, mostró cómo las subidas y bajadas de la temperatura estaban directamente relacionadas con los niveles de CO2. Según él, en menos de 40 años se incrementarán las emisiones de CO2 a niveles "catastróficos".

Ante estos datos, aseguró que los escépticos ante un posible cambio climático son cada vez menos". "Se están reduciendo más rápido que los glaciares", bromeó. "Se trata de una cuestión ética y moral basada en las leyes de la Física", apuntó sobre la lucha contra el cambio climático. En su opinión, esta realidad debe ser comprendida para que se busquen soluciones cualquiera que sea la ideología. "No se lo podemos hacer a nuestros hijos", indicó sobre el hecho de no hacer nada para combatirlo. "Sería el acto más inmoral que haya hecho una generación", añadió.

Al Gore auguró que dentro de unos años las temperaturas cambiarán mucho y apuntó que las dos categorías más extremas, la de frío y la de calor, estarán en España. Según él, "será la más golpeada de todas las naciones europeas".

También aludió a la sequía y las inundaciones que experimentó España en los últimos años, e hizo un repaso de los últimos huracanes y tornadas habidos en el continente americano, así como los tifones en la zona asiática. Todos estos fenómenos atmosféricos han ido creciendo en virulencia y en número. El huracán Katrina, que causó un "daño tremendo", marcó para muchos un periodo de consecuencias del cambio climático, según el político.

Además, apuntó a otro elemento que no es tenido en cuenta como factor del cambio climático por algunos científicos, que es la humedad de la tierra. Ésta puede llegar a perderse entre un 30 y hasta un 60 por ciento, lo que podría hacer que EEUU se convirtiera en un desierto. Al Gore alertó de que se está evaporando. A este respecto, señaló que en el continente africano el lago Chad desapareció y provocó miles de desplazados hacia Darfur, lo que aumentó el potencial de conflicto entre la población.

Asimismo, explicó las consecuencias que está teniendo el cambio climático sobre la flora y la fauna, que redunda en los seres humanos. Entre otras cosas, destacó el hecho de la llegada de aves o insectos u otras especies, como las medusas, que antes no emigraban a determinadas zonas, como pueda ser Doñana en España o la costa mediterránea, que pueden transmitir enfermedades propias incluso de otros continentes e incluso enfermedades nuevas. "Tenemos el deber moral de hacer algo", aseguró.

También enfatizó el deshielo que está produciéndose en la Antártida y en Groenlandia, cuyo ritmo se ha acelerado por encima de las previsiones, y podría provocar incrementos del nivel del mar de hasta seis metros, lo que produciría 450 millones de desplazados.

Entre las causas del cambio climático citó la explosión demográfica, que de 6.500 millones de habitantes se espera llegue hasta los 9.000 millones y la revolución científica y tecnológica, entre las más importantes. Estos dos factores conllevan un desarrollo urbanístico, el más grande de la Historia, y la consiguiente crisis del agua, así como el aumento de la contaminación, la devastación de los océanos o el incremento de los incendios.

Afortunadamente, aseguró que del debate científico sobre si existe o no cambio climático ya ha concluido, y ahora es una realidad. No obstante, todavía hay muchos que piensan que no es un problema, lo que confunde a la población. Esto se une a la falsa percepción de que si se lucha contra el cambio climático la economía se resentirá, algo que para Al Gore, es falso. En este sentido, señaló que las empresas automovilisticas que fabrican vehículos más ecológicos "les va muy bien y a las otras les a de pena".

Para él, las empresas carboníferas deberían ser las más interesadas en pagar un impuesto por la contaminación que vierten a la atmósfera. Al Gore recordó que hay tiempo todavía para combatir el cambio climático, pero que hay que actuar rápido.