SIDNEY (AUSTRALIA), 24 (EUROPA PRESS)
Los bomberos del estado australiano de Victoria, en el sureste del país, intentan apagar los últimos incendios que aún continúan activos más de dos semanas después de que se declararan las primeras llamas. Sin embargo, se preparan para lo peor ante la llegada de malas condiciones meteorológicas que podrían avivar los focos.
Según informa la emisora local ABC News, los equipos de bomberos están trabajando en siete focos, incluido un incendio que actualmente ocupa 300 hectáreas al este de Melbourne.
Los propios jefes de los cuerpos de bomberos señalaron que se están "preparando para el mal tiempo que se espera el viernes, con el viento volviendo hacia el norte y las temperaturas está previsto que lleguen a los 38 grados".
Los grandes incendios forestales que se declararon el pasado 7 de febrero en el sureste de Australia se han convertido en el peor desastre natural de la historia de este país. Además de las 210 víctimas mortales que han dejado a su paso, han quemado ya más de 335.000 hectáreas, con gran pérdida de vida animal, y han dejado a más de 7.000 personas sin hogar.