MADRID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
El candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha afirmado este miércoles que el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, se "saltó a la torera" las normas urbanísticas y medioambientales a la hora de soterrar la M-30 por las "prisas" que tenía para poder inaugurar el proyecto en las elecciones de 2007.
En una visita a la zona del río Manzanares, Lissavetzky ha señalado que "en la vida el fin no justifica los medios por muy loables que sean" y ha insistido en que aunque un Gobierno tiene el derecho a decidir qué proyectos hacer y cómo llevarlos a cabo, lo que no puede hacer es "saltarse las leyes medioambientales y urbanísticas".
"Y Gallardón tenía muchas prisas, quería hacerlo muy rápido para presentar las obras terminadas en las elecciones de 2007. Eso llevó a prisas, a decir que todo era una calle y a dar por hecho que estaría exenta de declaración de impacto ambiental pero eso no se hizo", ha recordado el socialista. Es decir, que "se saltaron a la torera la normativa".
Eso llevó al Grupo Municipal Socialista a denunciar la situación ante el Ejecutivo municipal, que "no hizo ningún caso", por lo que acabaron denunciando el tema ante los tribunales, bajo la asunción de que "la obra necesitaba esa declaración", en la que pudieran "participar los vecinos" para "tener una idea más cabal de la obra".
"Con el tiempo --conocemos la lentitud de la justicia en este país-- hay dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que declaran nulas unas obras ya realizadas y que han generado una situación ligada a una ciudad sin ley; no valen los atajos", ha reprochado.
Por ello, ha considerado que la capital necesita "no sólo un nuevo modelo de ciudad, sino también un nuevo modelo de gobierno en el que participen los ciudadanos", y se ha comprometido a hacer la Declaración de Impacto Ambiental si es elegido alcalde para poder "corregir lo necesario en materia de ruido, de contaminación...".
"No estamos alegres, sino tristes por los madrileños. No puede ser que todo el mundo se equivoque y Gallardón no", ha concluido.