AMPL.-El menor acusa a Ricard P.B. de tirar una colilla encendida al disolvente que quemó a la indigente en el cajero

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 21 octubre 2008 16:59

BARCELONA 21 Oct. (EUROPA PRESS) -

El menor, ya condenado a ocho años de internamiento por la muerte de una indigente en un cajero automático de Barcelona en 2005, acusó hoy a Ricard P.B. de haber tirado una colilla encendida al disolvente y haber quemado viva a la víctima. El joven reconoció que era él quien llevaba el bidón de disolvente, pero dijo que se le cayó y salió corriendo por miedo a que explotara.

Además, J.J.M.R. dijo que fueron los dos procesados, Ricard P.B. y Oriol P.S., quienes le dijeron que fuera al cajero automático de La Caixa de la calle Guillem Tell, en el barrio de Sant Gervasi, para que Rosario --que se había refugiado allí para pasar la noche del 15 al 16 de diciembre-- le abriera la puerta porque a ellos ya les conocía.

Según explicó, lo único que querían era darle "un susto" tirando "un charco en el suelo de disolvente" a dos metros y medio de la mujer y prendiéndole fuego. "Me dijo: tranquilo, que yo tiraré la colilla", aseguró J.J.M.R., quien afirmó que sabían qué había en el interior del bidón por su olor.

Sin embargo, añadió que se le "cayó" el bidón y se empezó a derramar el disolvente por el suelo e insistió en que "en ningún momento se roció a la señora por encima como se está diciendo" ni fue "premeditado".

Como ayer hicieron los acusados, el joven explicó que cogieron el bidón de un saco de runas y no del andamio situado frente al inmueble, que estaba siendo rehabilitado.

Al ver el bidón en el suelo del cajero y que el disolvente empezaba a arder, el entonces menor de edad pensó: "¿Lo subo y me arriesgo a que me explote en la mano o salgo corriendo?", explicó hoy, quien decidió huir poco antes de que se produjera la deflagración, que causó la muerte de Rosario.

Tras la explosión, se quedaron "en blanco" y él preguntó a los dos acusados qué había pasado porque temía que Rosario podía haber muerto. Éstos le respondieron que no, pese a que la mujer había dejado de gritar. En cambio, los acusados dijeron ayer que Rosario siguió increpándolos tras la deflagración.

Después, se fueron "asustados" a casa sin llamar a los servicios de emergencia porque creyeron que, al saltar la alarma de la sucursal bancaria, ya estarían alertados. Los bomberos llegaron poco después al cajero y encontraron a la víctima, que falleció el sábado por la mañana a causa de las quemaduras de segundo y tercer grado que tenía en el 70% del cuerpo.

En el vídeo de seguridad del cajero automático también se ve como J.J.M.R., que "aquel día iba muy borracho y tenía 16 años", entraba con un tubo de cartón con el que supuestamente agredió a la indigente, pero el joven dijo que "en ningún momento" la tocó, sino que lanzó el tubo contra el cristal.

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