BARCELONA 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
La posibilidad de que se produzca una desaceleración económica en España, especialmente en el sector de la construcción, puede causar un rápido crecimiento del paro entre los inmigrantes y generar, a la vez, la aparición de brotes xenófobos, según un estudio presentado hoy en unas jornadas celebradas en Barcelona.
El informe 'Inmigración y mercado de trabajo en Barcelona', elaborado por el profesor de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), Albert Recio, y los expertos Sònia Parella y Miquel Pajares, ha sido encargado por el Consejo Económico y Social de Barcelona y la Fundación Jaume Bofill.
Trabajar en el ámbito la construcción es la salida laboral que mayoritariamente escogen los inmigrantes, ya que el 30% de extranjeros llegados a España se dedica a esta ocupación, frente al 11,3% de españoles. Actualmente, el 26% de obreros son foráneos.
La opción de dedicarse a la construcción es especialmente acusada entre algunos colectivos, como los ecuatorianos, donde uno de cada cinco se dedica a esta ocupación. En total, el 30% de inmigrantes buscan esta vía laboral, según el informe.
Ante esta situación, Recio advirtió de los problemas que pueden tener los inmigrantes si la economía española y el sector de la construcción, actualmente "sobredimensionado", y donde se concentra la mayoría de extranjeros no comunitarios, entra en recesión.
"Los inmigrantes se quedarían en el paro y de entrada, optarían por quedarse en España", lo que "generaría mucha presión a los servicios sociales locales" y "un impacto en la calle para el que los españoles no estamos preparados", aseguró.
De esta manera, en España aparecería una imagen que se produce en otras ciudades europeas, como la presencia de decenas de marroquíes sentados tranquilamente en una plaza durante todo el día, lo que "desembocaría en conflictos sociales e incluso brotes racistas".
Por todo ello, Recio calificó de "débil" el discurso actual que utilizan muchos políticos en el que se defiende la necesidad de llegada de inmigrantes por razones economicistas. "Se trata de un posicionamiento muy frágil si hay recesión", señaló.
Para afrontar esta situación, abogó por ampliar los servicios públicos de acogida dirigidos a inmigrantes y también los servicios sociales destinados a toda la población en general, también a las personas autóctonas con más dificultades.
DISPERSIÓN DE NEGOCIOS DE INMIGRANTES EN BARCELONA.
El informe también advierte del incremento de los negocios regentados por inmigrantes, especialmente en ciudades como Barcelona. "En algunos casos, es una muestra de la actitud emprendedora que ya tenían en su país de origen, pero en ocasiones, es una salida que tienen para trabajar", aseguró Parella.
En Barcelona, los primeros negocios de inmigrantes se instalaron en el distrito de Ciutat Vella pero últimamente, la apertura de estos negocios, pequeños comercios, se ha dispersado por toda la ciudad, aunque con mayor peso en Sants-Montjuïc y Nou Barris.
Igualmente, se han empezado a detectar indicios de competencia laboral entre los mismos inmigrantes. La situación se produce especialmente en el trabajo doméstico, donde a principios de los 90 destacaba la presencia de peruanas, mientras que ahora, el colectivo de mayor peso son las ecuatorianas.
RIESGO DE QUE INMIGRANTES CAIGAN EN LA ILEGALIDAD.
El último proceso de regularización afloró un aumento de los inmigrantes empleados en el sector doméstico, al pasar de las 11.000 trabajadores en la provincia de Barcelona en 2005, a los 43.000 contabilizados un año después.
Recio advirtió sobre la posibilidad de que "algunos inmigrantes que realmente no trabajan en este sector hayan utilizado esta vía para regularizarse", lo que puede conllevar que cuando se les revise su situación "vuelvan a caer en la ilegalidad y pierdan los papeles".