MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
Intermón Oxfam presentó hoy en Madrid un informe que denuncia la "vulneración sistemática" por parte de Repsol YPF de los derechos de las poblaciones indígenas en cuyos territorios opera en Perú, una región cuya legislación presenta "vacíos" entorno a la protección de estas poblaciones de los que la petrolera española "se aprovecha" para operar. Por su parte, la compañía rechazó "totalmente" las acusaciones y aseguró que respeta los derechos de los indígenas de Perú y cumple la legislación.
En declaraciones a Europa Press, la responsable del programa de gobernabilidad y sector privado de Intermon Oxfam, y firmante de este informe titulado 'Pueblos sin Derechos', Isabel Tamarit, explicó que tras "más de dos años de trabajo infructuoso con la compañía" en la mejora de su política de responsabilidad social en Perú, la ONG española ha decidido hacer pública la "falta de compromiso" de Repsol YPF para movilizar a los ciudadanos y promover un cambio definitivo.
Éste podría producirse el próximo 24 de agosto, cuando la compañía está citada a la firma de un acuerdo con la población Guaraní de Bolivia. El texto, redactado por los indígenas, está basado en la legislación internacional de respeto a este tipo de comunidades, por lo que si Repsol no lo suscribe "estará claro en qué sentido" se mueve la petrolera.
El informe, que recoge testimonios de afectados directamente por las exploraciones y explotaciones petroleras en las que la compañía está presente, recoge, en líneas generales, "cuatro grandes violaciones de derechos" de la población indígena: el derecho a consulta, el derecho a indemnizaciones y compensaciones por daño, el derecho a participar en los beneficios y a decidir el desarrollo de su comunidad y, por último, los derechos laborales de algunos trabajadores.
"De la primera violación se derivan las demás", explicó Tamarit, tras recordar que el derecho de las poblaciones indígenas a ser consultadas sobre los trabajos que van a realizarse en sus tierras, y a recibir información veraz sobre las consecuencias que de ello pudieran derivarse, está recogido en el artículo 169 de la Convención de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un documento al que Repsol YPF siempre manifestó estar suscrito, aunque desde 2005 ya no puntualiza a qué parte del articulado.
Según Tamarit, Repsol YPF "no respeta los procesos de toma de decisiones" ni a los responsables designados en el seno de las comunidades para llevarlos a cabo. Además, en caso de solicitar este "consentimiento, no se hace de forma previa e informada", como ocurrió en el Lote (asignación gubernamental de terrenos para explotación) número 57, donde "entraron en los pozos sin informar" a los habitantes de la zona.
Esto ocurre, en parte, porque la legislación peruana, pese a haber ratificado la citada Convención de la OIT, no cuenta con una legislación que lo desarrolle y en su política de impulsar la inversión privada, propicia que "primero se conceda la exploración de un terreno y luego se consulte", explicó Tamarit.
El problema es que la compañia "no quiere alcanzar un acuerdo con los indígenas antes de estar segura" de que explotará el territorio, lo que no se decide hasta que éste ha sido explorado (con procedimientos "agresivos" de impactos "tremendos y visibles" como las explosiones controladas o la tala de árboles para mediciones sísmicas) y se ha llegado a la conclusión de que cuenta con petróleo suficiente como para iniciar los trabajos.
"Como no hay información ni consulta, no hay negociación, por lo que Repsol YPF establece unilateralmente las compensaciones por daño" sin que exista "un protocolo definido", apuntó Tamarit en relación al segundo bloque de "violaciones de derechos". En este sentido, recordó que se trata de poblaciones muy pobres y a menudo iletradas que pueden llegar a aceptar "media docena de peonzas y un balón" como compensación por una fuga que contamine el agua, por ejemplo.
Otro de los derechos internacionalmente reconocidos de estas poblaciones, es el que se les atribuye a participar de los beneficios que se generen de la explotación de su territorio y elegir sus propios caminos de desarrollo, algo que la compañía subsana con políticas de acción social. "En 2004 desarrollaron un programa sanitario en el Lote 90. Todas las medicinas que repartieron estaban caducadas. Además, el médico estaba a más de cinco horas de la comunidad", apuntó.
RESPUESTA DE REPSOL.
Por su parte, Repsol YPF manifestó que "rechaza absolutamente" las acusaciones vertidas por Intermón Oxfam y alegó que "respeta los derechos" de estas comunidades y "cumple escrupulosamente la legislación en los países en los que opera".
Así, en un comunicado remitido a Europa Press, Repsol YPF defiende que sus actividades en Perú "se rigen por el estricto cumplimiento de la legislación del país, por las buenas prácticas internacionales, así como por el profundo respeto de los pueblos indígenas involucrados directa e indirectamente en sus operaciones".
"Es de estricto cumplimiento en la compañía nuestra normativa interna de Biodiversidad que, entre otras cosas, supone prevenir y minimizar los impactos negativos en el entorno durante todas las operaciones, particularmente en áreas sensibles, biológicamente diversas o protegidas, y establecer procesos de comunicación y colaboración con las comunidades y con otros grupos de interés", indican.
Además, aseguran que "el compromiso social está firmemente unido" a su actividad empresarial, y que "cuidar el entorno, la relación con las comunidades, la seguridad de las personas y el respeto a los derechos humanos" son "atributos ineludibles" de su modelo de gestión. En este sentido, desde la petrolera dicen que "estos esfuerzos son ampliamente reconocidos a nivel internacional".
PROGRAMAS DE ACCIÓN SOCIAL.
Igualmente, Repsol YPF recuerda que en los 30 países en los que tiene presencia, "mantiene políticas activas por las comunidades con más de 700 programas de acción social en marcha que incluyen desde microcréditos, hasta programas anti-sida, de agricultura y educación que cuentan con un presupuesto de más de 30 millones de euros".
En el caso de Perú, apuntan, Repsol YPF cuenta con el asesoramiento de expertos en la materia, "como el prestigioso Smithsonian Institute", con quien están desarrollando un Plan de Acción de Biodiversidad.
Asimismo, Repsol YPF manifiesta que "está llevando a cabo un extenso trabajo de recopilación y análisis", y ha realizado "consultas con grupos de interés proponentes sobre la presencia de pueblos indígenas en aislamiento voluntario". "Repsol realiza esfuerzos con personal especializado y consulta a entidades involucradas para el perfeccionamiento del Plan de Contingencia sobre pueblos indígenas en aislamiento voluntario", añaden.
El plan de relaciones comunitarias puesto en marcha por la compañía, explican, contempla, entre otros aspectos, una serie de programas enfocados hacia el bienestar de las comunidades nativas establecidas en los bloques en los que opera y sus áreas adyacentes, particularmente en lo ámbitos de salud, educación y capacitación ambiental.
Finalmente, la compañía quiere destacar que ha sido calificada como la petrolera más transparente entre las grandes compañías mundiales del sector que forman parte de los selectivos índices Dow Jones Sustainability World y Dow Jones STOXX Sustainability, e incluida en el Climate Leadership Index.