Los ocupantes del 'Happy Day' desembarcan en Guinea mientras España sigue buscando una solución para los 23 del Marine I

MADRID 11 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los inmigrantes ilegales que viajaban a bordo del barco 'Happy Day' --interceptado la noche del pasado 22 de marzo por una patrullera de la Agencia Europea de Fronteras, Frontex, con alrededor de 300 'sin papeles'-- han desembarcado en Guinea Conakry, confirmó hoy a Europa Press un portavoz del Ministerio español de Asuntos Exteriores.

El desembarco se produjo "entre ayer y anteayer" en la localidad portuaria de Kamsar, norte de la costa de Guinea Conakry, precisó la misma fuente, que no pudo informar de la situación de los tripulantes del barco. El pasado 20 de marzo, el departamento que dirige Miguel Angel Moratinos informó en un comunicado de que había pedido al Gobierno guineano que emprendiera "acciones legales" contra los tripulantes por "trata de seres humanos".

Lo hizo en base al Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Migrantes por tierra, mar y aire que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional, del que son parte tanto España desde 2002 como Guinea Conakry desde 2005.

El pasado jueves 22 la patrullera italiana Dáttilo, que forma parte del operativo de Frontex interceptó en aguas senegalesas al buque, bajo la sospecha de que transportaba a bordo un número indeterminado de inmigrantes ilegales de origen asiático.

Con respecto a los últimos 23 inmigrantes de origen asiático que viajaban en el buque 'Marine I' y que permanecen en Nuadibú (Mauritania), donde se siguen negando a facilitar a las autoridades datos que faciliten su repatriación a sus países de origen, el portavoz indicó que Exteriores está realizando "intensas gestiones diplomáticas" con un número de países que rehusó especificar para encontrar una solución a estos individuos.

La misma fuente sostuvo que la "prioridad" del Ejecutivo español es que vuelvan a sus países de origen, aunque reconoció que se trabaja además "en otras opciones", entre las que no descartó el traslado a terceros países africanos.

La opción de que estos 23 inmigrantes sean trasladados a España "no es la solución correcta", a juicio de Exteriores, y "no es la solución en la que se está trabajando", subrayó el portavoz.

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional por considerar que la Administración española ha vulnerado los derechos fundamentales de los 23 extranjeros que viajaban en el buque Marine I y que permanecen ya dos meses retenidos en Mauritania. Denuncia que, a pesar de estar detenidos bajo custodia de las autoridades españolas, no se les está aplicando la legislación española.

La Audiencia Nacional, según CEAR, ha desestimado la petición de la organización de que se aplique una medida cautelarísima extraordinaria que suspendiera una posible repatriación a sus países de origen o el traslado a un tercer país y procediera a su traslado a España ante los "claros indicios" de que pueden necesitar protección internacional.