MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
Siete personas han muerto, incluidos dos menores, debido a un terremoto de 6,7 grados en la escala de Richter que ha sacudido este lunes la isla de Negros, en el centro del archipiélago de Filipinas, según ha informado el director gerente del Consejo Nacional para la Gestión y Reducción de Desastres, Benito Ramos, citado por los medios filipinos.
Los edificios oficiales y las escuelas han cerrado sus puertas ante la gravedad del seísmo, del que se han contado ya al menos 40 réplicas. Un alumno de sexto curso murió tras derrumbarse el muro de una capilla y una niña de nueve años falleció sepultada bajo un muro de cemento de un colegio, según fuentes oficiales citadas por la agencia de noticias Reuters.
En La Libertad, en Negros Oriental, un edificio de tres pisos se ha venido abajo, al igual que varias cabañas levantadas en la costa, que fueron arrasadas por olas.
El epicentro del seísmo ha sido situado a 5 kilómetros de la localidad costera de Tayasan y a 10 kilómetros de profundidad. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) sitúa el epicentro a 20 kilómetros de profundidad y a 569 kilómetros al sur-sureste de la capital, Manila.
Aunque el terremoto ha provocado algunas grietas en carreteras, puentes y casas, las principales vías de comunicación siguen siendo transitables. Además, ya se ha levantado la alerta de tsunami inicialmente en vigor. "Aunque la amenaza inmediata parece haber pasado, pedimos a la gente de las zonas afectadas que siga alerta y en calma y que coopere con las autoridades", ha indicado un portavoz de la Presidencia.
En los últimos días se han registrado varios terremotos de intensidad notable en la zona, incluido uno de 6 grados el pasado sábado en la isla de Sámar, en el este del archipiélago.
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