SANTANDER, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los Clubes Sociales de Caja Cantabria acogen las cinco exposiciones de juguetes antiguos que, de manera simultánea y rotativa, muestra la Obra Social en Torrelavega, Corrales, Reinosa, San Vicente y Santander.
Estas muestras están compuestas por un total de 140 juguetes, todos originales y pertenecientes a las seis primeras décadas del siglo XX. Incluyen animales, personajes, menaje, música, hogar, cine, playa y gran variedad de vehículos de tierra, mar y aire. Están elaborados con hojalata, cartón-piedra, madera, terracota y otros materiales que se utilizaron hasta la llegada del plástico, y los hay de fricción, mecánicos y eléctricos. Abundan los fabricados por empresas españolas, aunque también se incluye una selección de juguetes extranjeros. Además se exponen unos 60 tebeos y cuentos de la misma época.
Las piezas pertenecen a José Miguel García Varela, coleccionista y propietario de estos juguetes, quien posee una colección de más de 1.000 piezas.
La exposición permanecerá abierta al público simultáneamente en Los Corrales y Torrelavega hasta el 3 de diciembre y en Santander, San Vicente y Reinosa hasta el 4 de diciembre.
La inauguración de cada una de las exposiciones se acompaña de una conferencia a cargo del coleccionista, en la que realiza un recorrido por las zonas jugueteras tradicionales de España, la mayoría situadas en el Levante español, caso de las villas alicantinas de Onil, Ibi y Denia. Historia y anécdotas se mezclan en su intervención, en la que narra los inicios de empresas pioneras como Payá, creada por un hojalatero que vio cómo las replicas en miniatura de pucheros y cazuelas hizo las delicias de las niñas de finales del XIX y le animó a crear una de las empresas más importantes que ha habido en España.
Diversos han sido los factores que han influido en la industria juguetera durante el siglo pasado. El paréntesis de la guerra civil hizo que se fabricaran los mismos juguetes en los años 40 debido a la crisis económica de la época. Este fue el motivo de que la madera fuera una de las materias primas más utilizadas, siendo Denia la mayor productora en la fabricación de juguetes de este material. Las muñecas de cartón piedra eran de inferior calidad, y se reciclaba toda clase de papel para su elaboración y, la hojalata escaseaba hasta el punto de reutilizar las latas de conserva.
La introducción del plástico en los juguetes hizo que el sistema de inyección produjera en los empresarios una nueva inversión en moldes nuevos, llegándose a fusionar varias empresas para abaratar los costes de los mismos. Así se creó la que ha sido una de las empresas más emblemáticas de la producción juguetera, FAMOSA (Fabricantes Agrupados de Muñecas de Onil SA), a finales de la década de los 50. En los años 80 fueron muchas las empresas que tuvieron que cerrar por la competencia de los países asiáticos.